viernes, 22 de noviembre de 2019

Paso de un seguido,...

Hemos aprendido a vivir con nuestras dificultades, como el resto del entorno en esas cuestiones que les queda grandes, y no habiendo nadie perfecto, no veo la diferencia que de tus facetas ocasionen otro esfuerzo que no sea enseñarte las mías propias. Y en esa complicidad que advierte enseñanza de unos y otros, busco ese respeto que hablando de iguales , me de pié en el verlo que sea palpable.
Hablo en la constancia con mi  propia persona y debato costumbres, que añejas nos dejan mal sabor de boca, tratos diferentes, con la indiferencia que habla la ignorancia y es que en este libro que escribe la vida, describe de todos tramos y facetas, dichas diferencias va en el inculcado de muchos lugares, todos con costumbres que afianzan tiempos.
Miro los remilgos que dicta la vida en unos y otros, esas diferencias que dejan constancia de únicos de haber. Y veo personas que cuentan historias, muchas parecidas en el sentimiento que mueve la vida, que busca factores de ese convivir.
Unos aprendieron lo que otros nunca podrán aprender, de una igual rutina dependiendo siempre de ese que destaques, otra diferencia de un tener en cuenta. Todos tan distintos y tan parecidos, que el alma tropieza en mismos sentimientos, vive la nostalgia y eso que alegría te da en aliciente, mira bien la pena y lo que en cariño tu puedas sentir, habla la añoranza y hasta echa de menos la misma paciencia, esa que suscita mil contradicciones, viven los recuerdos y es paso de aquellos que igual te los cuentan, todos diferentes matizando siempre algo personal.
Somos tan iguales,....que hasta me parece que esta gran sonrisa será compartida.


Y por eso llego a ese corazón,
que oculta latidos que viven ausentes,...
porque en dicha vida dicta la razón,
que en mis propias letras te brinda un presente.

Eres un latido que en el ritmo sigue,
pautas tan iguales de mi respirar,...
que mientras respiro en propio paso pide,
aliento seguido de una historia dar.

Cuento las maneras que destacan propios,
y las mil excusas de este descansar,...
que en el tiempo ofrece ese mismo acopio,
que en tu historia diera tiempo de escuchar.

Eres ese paso que ha dejado huella,
siguiendo un camino para ese alcanzar,...
que abriendo las puertas ya le dice a ella,
que si tu llegaste yo puedo llegar.

Raquel Ordóñez Marqués

sábado, 16 de noviembre de 2019

Por que te veo venir,....

Y no encuentro la manera de mirarte como a iguales, porque en detalles me dejas las diferencias que existen, las que me dejan pequeño en el crecer de tu ego. Las que me ponen barreras que sin querer me entorpecen y cuando alcanzo mis metas no soy capaz ni de verlas.
Que difícil es ser profesional de esperanza , de motivación en avances, que por experiencias den oportunidad a todos aquellos que necesitan un empujón en la vida para poder verse  iguales.
En tus habilidades muestras carencias que en el tiempo yo aprendí con paso en años, que me sirven para identificarme ante los demás, pero solo miras esa profesión que te identifica superior de conocimientos aunque sean inexistentes, aunque caigas al vacío en las mismas muestras que cojean en misma ignorancia de tu aprendizaje.
Aunque sea hipocresía de un salir del paso en este retraso que otros presentan. Y te veo tan lejano de esta cercanía que mantiene iguales, que hasta me supera la misma paciencia en poder esperarte, para que despiertes de ese egocentrismo que a ti te mantiene.

Y por eso ruego sin tener que hacerlo,
por que necesito saber bien quien soy,...
y por eso tengo aún sin obtenerlo,
de lo que he ido dando lo mismo que doy.

Karma que me sigue como presa ausente,
en los naturales que muevo en el día,...
y que en mismos dados me deja el presente,
de ir yo recogiendo lo que merecía.

Mira mi inocencia ante tu maldad,
no quería mirarlo ni viendo que pasa,...
y siendo preciso decir la verdad,
la llevo corriendo y la meto en tu casa.

Dicen que dijeron que era diferente,
yo solo miraba su propio proceso,...
y cuando el camino me puso la fuente,
viendo los iguales solo miro eso.

Ahora que te veo en el aprendizaje,
pienso que ignorancia despistando a todos,...
hace que se muevan en ese salvaje,
siendo las maneras de los mismos modos.

Es sabiduría quien dicta experiencia,
son los mismos años los que te la dan,...
y siendo la muestra vista es la evidencia,
que los ignorantes nunca entenderán.

Raquel Ordóñez Marqués.




domingo, 10 de noviembre de 2019

Capaces igual que tú,....

Vamos paso a paso, recorriendo un camino de piedras, que fueron obstáculo de tiempos y eras en el mismo transcurrir. Abriendo los ojos a esas miradas que llevan vacíos en el mismo objetivo, sembrando un indicio de muchos posibles. Y cada día que pasa, estamos más cerca de hacernos visibles.
Lentos, pero seguros de nuestros pasos, marcamos un ritmo de acorde a la realidad que se nos presenta, con predisposición de hacerlo real.
Quizás es que soy diferente, porque en si no alcanzo a tus propias metas, pero tengo alguna que simplificando era un objetivo de las mías propias. Un paso de iguales, donde consideres también mi opinión.
Ese gran camino de las diferencias, donde colaboro siendo como soy, y es que en si la vida no es una comedia donde se acomode los gustos de algunos, porque siendo tantos esa diferencia es solo la excusa de unos y otros, y estos que me siguen, van marcando pasos siendo una carrera, que solo en  alcanzarte ya persigue algo.
Miro tus opciones y se estigmatizan mis propios caprichos, ya que en ilusiones misma frustración marca diferencias que solo te siguen, pero si quisieras tenderme la mano, juntos aseguro que pueden lograrlo.
La vida es un sueño, y todos persiguen propias ilusiones, no mires vacíos, todo es un conjunto que llena el espacio.

No cierres el paso si es que van andando,
aunque en paso lento ellos tarden más,...
porque el que te quita no es que vaya dando,
de mismos posibles lo que a el le dan.

Todos somos alguien en esta carrera,
que sin piernas pide paso de igual modo,...
y aunque sean ciegos al mirar que  quieran,
miro en mi locura y es que entran todos.

Mudos que gritaban con sus propias manos,
sordos que entonaban esta melodía,...
y esos que en silencio nunca dicen vamos,
porque están tumbados todo el santo día.

Mira cuantos somos en las diferencias,
mira singulares sin pluralizar,...
y si mientras miras notas mi presencia,
mira cuantos somos de un poder contar.


Raquel Ordóñez Marqués