Pintando a mano abanicos,
con paisajes diferentes,..
los blancos de carpa en circo,
y el negro en payasos presentes.
Decía una vieja aburrida,
que en la ceguera recrea,..
colores que no veía,
pero que muchos quisieran.
Si con pinceles dorados,
hice un camino de plata,..
quien me cambió el decorado,
y en nuevos cuentos relata.¿?
Tuve una vez un rebaño,
donde conté más de cien,..
pero hace ya más de un año,
que ovejas ni vi ni escuché.
La gente al paso en murmullos,
la apuntaban con el dedo,..
y alejada del barullo,
ella rezaba en su credo.
Decía del eco que pasa,
que hasta en el roce en su caña,..
era testigo de caza,
cual misma caña pescaba.
El credo de invento en el bulo,
era del largo en la goma,..
de darse sin más por "seguro",
sin acentos y sin comas.
Pero del verbo variado,
de conjugación de errores,..
que el mismo que había hablado,
tras texto nacían flores.
Los tiempos dejaron cambios,
que de progresos vendían,..
los cuentos que ya inventados,
nuevos autores lucían.
Protagonismo de objeto,
en la ceguera que tapa,..
de la mirada el discreto,
que su boca no relata.
Y llegaron nuevos,
que del viejo antaño,..
otros conocieron,
del sembrar de daños.
Y causaron penas,
de esas diferencias,..
cual preso en condena,
bulo que te ofrezcan.
Y sellaron ciertos,
del desconocido,..
del sembrar conciertos,
sin dar ni un sonido.
Y llegó el silencio,
al despedazarlo,..
y el mismo presencio,
y fue sin rozarlo.
Como el buen pastor,
que hasta al lobo asusta,..
y sin verlo vio,
que lo sigue y busca.
Raic Ordóñez,.. 2011
