viernes, 6 de agosto de 2021

el estigma,...


 Y los cuerpos se retuercen mientras clavan y atraviesan, con los pinchos que en rosales describir seria enorme y traspasan esos cuerpos y los dejan enroscados, y en el tiempo es un acuse de dolores que suponen.

Triste es y lo confieso mientras mismos aspavientos, convirtiendo en esos gestos movimientos espontáneos, que reducen el derecho y también la libertad, torturando en esta vida de los libres los que tiene y saciando con sus actos, alimenta la maldad.

Descompones como un chicle que se estira con las manos, la intención que todos tengan mientras sufren consecuencias, y corriges como prenda que se paga en juego simple, pero mueves solitarios, que se diga y que renieguen, en aislados que el silencio ya te obliga en el estigma.

El estigma es una estaca que te apunta a los vitales y defensa es un derecho que me acerca a sus iguales, exigiendo la cordura que te escucha cuando hablas, sin mirar a esa locura que te marca su etiqueta, y quitemos pues caretas, de esta cruda realidad, lo demás un inventar que especula en opiniones y me tocan las opciones,... cuando son de conjugar.


Hoy te juzgo en tus medidas porque voy en otro exacto,

y me quedo satisfecha en la forma de exponer,...

porque dicen que la vida te devuelve el mismo trato,

y vivir es otro cuento que hay que ver para creer.


Raquel Ordóñez Marqués.