Temeroso es ese precio, que en llevar de una etiqueta pues en todos es que cuelga, y los miedos se sujetan sin tener más intereses que ese mismo perdurar, si mi niño no lo tiene y ese otro lo ha llevado, lo que queda cuestionado son posibles, y se mira propia vida en sus complejos, por lo tanto quita espejos de la sala,... Y los tiempos son testigo de quien pasa, por lo tanto se desfasa el pensamiento y si pienso en condimentos que no tengo, no me adapto a ese concepto que igualdad lleva en pretexto a diferencias, y marcando la prudencia hay que mostrarla, por que en si el detallarla es poderla corregir, y tenemos que vivir al mismo tiempo.
Los posibles son los mismos que te marcan circunstancias y en la lucha va labranza del que puedas tu sembrar, por lo tanto recoger lo lleva el tiempo y quizás el fundamento es la paciencia , por lo tanto igual prudencia en tu teatro, pues de historias son maltratos de los mismos que dirigen y sin falta no corrigen las carencias, y te quejas y acomplejan tus ejemplos, porque vas marcando un templo que en posibles, lo que no es accesible es vivir en esa cima, por que el sueldo se escatima en quien pretende y se queja y se mantiene endeudando ese futuro, por lo tanto de las modas no te fíes.
Y este mes no me ha llegado aunque me mantenga el sueldo,
que el trabajo proporciona en la misma profesión,...
de ese fin que me buscado y el vivir es mismo credo,
de protesta que ha quedado para pronta revisión.
Y el gobierno no lo piensa y ha subido en porcentaje,
lo que cuesta el decorado del teatro que dirige,...
y te pinta escaparates que te llevan a un paisaje,
que en los sueños tu tenías aunque nunca se lo dices.
La pintura se ha corrido en el mismo chorrear,
que desborda la locura cuando grita sus verdades,...
y queremos dirigentes que se dejen de crear,
ilusión y pretensión al mostrar sus cualidades.
Porque dice la mentira que en el tiempo no se ha visto,
un ejemplo que patente del buscar de la igualdad,...
otra cosas que no sea un teatro lleno Cristos,
por que solamente el loco, es quien grita la verdad.
Raquel Ordóñez Marqués.
