domingo, 2 de septiembre de 2018

Ego, yo te ruego,...

Aquellos que miran siempre el horizonte viéndose como protagonistas de todo beneficio al paso, sufren del ego que les subestima en toda proporción desmesurada, respecto al criterio que en verdad se mantiene de ellos.
Una de las peores enfermedades para la convivencia, se encuentra en el egocentrismo que padecen aquellos que solo quieren ser protagonistas de toda causa.

Y es que yo no tengo ese tiempo,
que te elogia a todas horas,...
ni tampoco el argumento,
que a ti solo te decora.

Vivo del mismo en comunes,
que comparte al mismo paso,...
y no de aquel que consumes,
preferencia en cada caso.

De dioses que son manifiestos,
de dichos que cuentan historias,...
no pongo intención de ese presto,
que obligue a llevar mi memoria.

No tengo costumbre de falsos,
decoro de hipocresía,...
pues ando muy firme en los pasos,
que es caminar cada día.

Retuerces siempre a tu gusto,
relato en propia comedia,...
y de rama tu siendo arbusto,
al caer es una tragedia.

No admites las opiniones,
que surgen de un natural,...
y siempre ves decepciones,
si algo es de mejorar.

Te vistes con la sonrisa,
que abruma cualquier encanto,...
y siempre es escusa prisa,
cual de paciencia no es santo.

Me canso de este teatro,
que siempre es beneficiar,...
a quien en mismo maltrato,
supera dicha verdad.

Raquel Ordóñez Marqués.

Allá donde tu mirada no llega,...

Todos nos vamos marcando un propósito de ser, que en el manifestar de costumbres nos identifica como únicos, nuestro cometido al respecto de las apariencias, no deja ver lo que en los ocultos se mueve, como contradictorio de nuestras propias conductas.
Y es que está claro que nuestro pensamiento es delatador de ese ego principal que nos revela en necesidades.
En el mundo mental, los pensamientos forman parte de ese identificar que es conocedor de nuestros más ocultos deseos. Un mundo oculto en apariencias y sin embargo mucho más esclarecedor de la verdad, respecto a intenciones y criterios que este mundo exterior de escaparates, opuestos a la realidad que se percibe.

Allá donde tu mirada no llega,...

Por que el esconder es de propios en hechos,
lo que en pensamientos ocultos,...
a oscuras sacando provecho,
es mismo conducto.

Conducto de bienes y males,
que mueven en sombras al lado,...
lo que en intenciones,
mismo has señalado.

No tengo apariencias ocultas,
pues en el espejo un contrario,...
ya es que mismo apunta,
propio tu calvario.

Yo no soy esclavo de nadie,
miro con prudencia los tiempos,...
y en mensajes dejo en el aire,
ese remover de los vientos.

Vientos que sancionan los hechos,
de un contrario en un percibir,...
cual cobijo no lleva un techo,
de esconder que puedas vivir.

Soy Quijote de esas locuras,
que mostrando dejo en mis letras,...
la más cruel y firme armadura,
en verdades que mismas te retan.

Raquel Ordóñez Marqués.