martes, 7 de febrero de 2017

Hablando en claro, vivimos en los juegos del hambre...

Cuando en el mercado de generaciones oculto que se distribuyen vivencias o bien llamada vida, se necesita restar, cual sacrificio turno atribuido por quienes practican ese método como sistema toca.
            Las personas elegidas para ser conducto de todo ese movimiento de vivencias, pueden padecer diferentes variantes y desequilibrios, debido a la magnitud que alcanzan dichas vivencias de una realidad camuflada para la extinción y que menosprecia la civilización, así como todo lo que en significado de derechos humanos exista, o se destaque, hasta alcanzar el total de una educación que en su completo, solo es existente seguida de una ficción estipulada para el engaño.
La espiral en su inicio, solo es el tentáculo que irá enlazando vidas y vivencias en conjunto, para el arrastre de todos ellos como destino de una finalidad en conjunto que es la muerte.
El terrorismo que durante años y años se viene destacando como actos delictivos de comportamiento, no es sino una manipulación mental, que de intereses mueve el conjunto de asignaciones en un sistema de preferencias y privilegios, que retrasan el mismo que por natural fuese oficio de restarse en el mismo tiempo vivido.
Actos de espejo y reflejo, diagnosticando terrorismo en una finalidad y destino, menospreciando a todos los que arrastran en el mismo acto, como consecuencia de una premeditación de hechos ocultos.

Dejando en expuestos a todos aquellos que ilusos viven dentro de un sistema de equilibrios sopesados por intereses y para beneficio de atribuciones ya dispuestas.
Desconsiderado es cualquier sistema, que por asignación, suprima el derecho, imponiendo en todo momento atribuciones a seudónimos de su camuflaje para repartir lo que de pensamientos y criterios  siendo en singular derecho de libertad ya designado, anule cual conciencia es una perfecta marginación de imposiciones predispuestas, que en conjunción de limitaciones cierre los mismos derechos, atribuyendo personajes de ficción mediáticamente , en manipulación social de criterios, cual conjunto en desprecio discrimine en objetivos premeditados, con malversación, alevosía y todo tipo de perturbaciones, los derechos que por individuo en libertad asignan sus propias leyes, estipuladas y reflejadas para ser amparo.

Ser el punto de mira, de ese objetivo ya marcado para la manipulación, en la que se determina un acoso y derribo. Con reflejos flecos y vivencias de similitud para un juego mental de camuflaje en designación de ir acaparando vidas en paralelo. Es el delito más grave en apropiación de la misma libertad,... si además se apoderan de sociedades enteras dejando a expuestos crímenes sociales, que se arrastran en las mismas vivencias mediáticas cual realidad focalizaciones predeterminadas, son de casos
niveles otorgados para calificar estatus, que de igual modo personajes públicos en el mismo juego de supervivencia.
Y por tanto es muestra de un TOTALITARISMO que según expuestos no corresponde al sistema que de origen es conocido y reconocido por el pueblo español.


Raquel Ordóñez Marqués.