domingo, 14 de agosto de 2016

Hablando la vida,...

En los límites que se cuestionan, nos encontramos con aquellas personas que se han ido suicidando.
Comprensibles los motivos en su conocer, bajo la intimidación que se focaliza en similitudes para el acoso.
En lo mental hay armas de doble filo, que suscitan en un pronunciar mismos recuerdos, y de ellos se hacen manto todos aquellos que los utilizan a sabiendas.
Psicología sería de haber remedio o restauración en vez de encontrarnos con persecuciones personales, que desembocan en un suicidio tras el acoso irracional.
Acorralar en sin sentidos de intentar someter o arrinconar en sumisiones no logradas tras este desenlace.
Quizás aquellos que estipulan las formas, modos y fuentes, deberían sentarse en la cuerda floja a la que someten a quienes luego apartan incluso de las noticias.
Y así darnos un motivo para comprender de sus propósitos, alguna opción de liberarse de los hechos.
Depresiones de un sin fin de años y reincidencias dejan constatado el fallo de tanto despropósito.

Hablando de la vida,....

Raquel Ordóñez Marqués.

Recuerdos vivos,...

Cuando los recuerdos son gritos de media noche, llamada de auxilio, de una mujer crispada. Por el abandono de valores de su propio marido.
Suce suplicaba ayuda de sus vecinos, aquella noche que en una partida de poker, él se olvidó de lo importante.
Se jugó a su mujer como mercancía de cambio ante su egoísmo, y pasaron a recogerla al finalizar la partida.
Las luces ya apagadas empezaron a florecer en todas las ventanas, el asombro era descomunal.
A los más pequeños nos quitaban hierro del asunto, y nos volvían a acostar. Pero el continuo recuerdo fue de los días una señalización de lo que no está bien, y aun siendo de los pobres ricos, el entorno nunca olvida. 
Hoy grita el pasado avisando de miradas lejanas con recuerdos vivos,...

Raquel Ordóñez Marqués.

Cruces y ritos,...

El hidalgo perdido.


Anteriormente a Basilio, hubo otras muertes, muertes de disputa y crispación, que otorga en castigos la mano del hombre, en esas terapias de tendencias.
Como el azar, pero guardando en mismo modo advertencias de años anteriores al respecto de poderes. Todas ellas innecesarias, diagnóstico de un diálogo cargado de maldad. Varitas que apuntan y dañan en el mismo clavar, como si de magia para el entendimiento, fuera un Harry Potter en experimentos.

Se apagó la luna,
noche oscura,....
el diluvio es la tribuna,
la justicia, la locura.

Yacen los recuerdos,
tristes las miradas,...
por el tiempo que ahora pierdo,
porque el tiempo ya no es nada.

Raquel Ordóñez Marqués.