En supuestos de lo que la mente puede conjugar en maquinaciones, llego a conclusiones que son de motivos gana en definir. Vivo en en esa suma que en sus mismas restas quita los perjuicios, que va simulando no entender de nada, que evita ese hierro que agrava motivos e igual se refugia en el mismo silencio.
Sobran las miradas de esa indiferencia causante en respuestas que solo habla en gestos, que dejan su huella en agrios sabores, que dan en factores algo que pensar y sirve en cizaña lo que de palabras fuera un maldecir. La vida y testigos,...
Vuelven a quedarse mudos los momentos, observando al paso los pocos corrillos que hoy día se juntan, dada la distancia que marca un seguro de inciertos que dictan, y en ellos las metas siempre son las mismas, eso que en noticias es un repetir de amargos que había, lo que el miedo logra en su caminar.
Dada la respuesta de la misma gente, no te quedan fuentes a las que acudir, años que observando pasan en su tiempo, tiempo que consume años sin vivir, de eso que en costumbres fue el aprendizaje que inculca enseñanza, de tiempos vividos en las mismas formas, solo va el recuerdo que acumula el tiempo, siendo igual quien manda y domina en tiempo, tiempo indefinido.
Y me quedan ganas aunque no las muestro,
de vivir de anhelos que extraña la vida,...
y en el mismo día vivo en los supuestos,
porque de entenderlo no se lo que hacía.
Otro año que empieza y en su carrerilla,
muestra ese consumo que en recuerdos queda,...
siendo de leyendas lo que en cielo brilla,
visto en mismo traje como aquella estrella.
Cuentos y relatos que mueve la historia,
y en mismas costumbres viajan con el tiempo,...
siendo compañía de esa gran memoria,
que en honores lleva lo que pienso y siento.
Tiempo en inmortales que arrastran recuerdos,
tiempo que los lleva en su mismo viaje,...
y si no me acuerdo porque igual los pierdo,
tiempo que los viste con nuevos paisajes.
Raquel Ordóñez Marqués.
