domingo, 9 de diciembre de 2018

Ese velo que enturbia,....

Los enfermos al igual que el resto de la gente, viven cada uno en su mundo. Sus circunstancias son las únicas que les absorven el tiempo, y para lo único que se destacan es para consolidar que, sólo cada uno de ellos son importantes. Por eso con frecuencia abordan a los cuidadores de pisos, psicólogos, asistentes, enfermeras, etc., Todos padecen de un egocentrismo unipersonal, que les hace mostrarse prioritarios en todo momento, anulando de continuo la presencia del entorno a un foco prioritario, dependiendo el individuo.
Lo cual complica la misma convivencia, porque el compartir no es algo que fluya de ellos.
Pocos son, los que se marcan un ritmo a seguir que dentro de unas pautas les haga afianzanse y mejorar en valores.
Normalmente, los más veteranos abusando de la confianza, desplazan a aquellos que incorporándose más tarde, se sienten perdidos y dosolados por el mal que acarrean. Y eso dificulta aún más la integración en el grupo. Teniendo que pasar en esas circunstancias un tiempo desconsiderado para él hasta ser aceptado. Basándome en estos datos, veo lenta y a veces inservible la misma terapia, que en conjunto ya marca preferencia de posibilidad.
Cada persona es un mundo y todos en sí requieren en preferencias unos cuidados a seguir.
Luego cada uno está educado con unos principios y una ideología diferente, en la que muchas veces por opcecación es inexistente el respeto que se debe tener como principios, y difícilmente aquellos que no han hecho uso de él podrán alcanzar a llegar a obtenerlo. Por eso es muy importante no mezclar en torturas a unas u otras patologías, con diferencias tan destacables.
La obtinación por sentirse únicos e insuperables en todas sus carencias, no es más que un foco social de males que frecuentan todos los ámbitos.
A veces el peso de las dolencias, repercute en aquellos que teniendo la sensibilidad a flor de piel, son el reflejo de los defectos que abundan.
Y a veces llamamos discapacidad a la falta de formación de todas esas personas que no tuvieron una disciplina adecuada, para los mismos tiempos en que vivimos. Y no por ello hablamos de profesiones o titulaciones. Sólamente se destaca una formación básica de convivvencia.
No se sabe si los tiempos de antes, fueron mejores o peores, pero bien es cierto que el respeto era un destacable de disciplina, aunque bien es sabido que el mismo machismo, ya detalla una serie de carencias en la personalidad masculina que conlleva a un requerimiento de muchos más servicios a contrapuesto de la femenina. Aunque dependiendo de la misma disciplina a seguir, también aparecen casos entre ellas.

Es por eso que miro,
detallando en los hechos,....
cual de modos consigo,
de obtener un provecho.

Decepción de los años,
que de tiempo es tener,...
cual saber de los daños,
viene un tiempo después.

Hoy te digo en aciertos,
que la vida me diera,....
que si todo es un reto,
sociedad es cualquiera.

Raquel Ordóñez Marqués.