Las palabras se pronuncian con la misma propiedad, que el que tenga en circunstancias las vivencias que persigue, y se escribe en el misterio con la misma ambigüedad, que interpretan otros muchos y en sus días les describe, no por ello ese mensaje pues surgiera para ti, ni tampoco va en ofensa de que mires tu conciencia, porque siempre la evidencia nos delata. Y quizás en esa fase se confunda quien nos mira, aunque es bueno que nos diga los motivos, por si acaso es de cautivo que se frustra ante sus hechos. Y en verdad no había provecho en intenciones, solamente son botones de este abrigo, que en verano va en reserva de los días que conlleva a que se guarde.
Y llegó la primavera que de siempre nos sugiere la ternura, y pudiera que locura no coordine bien los pasos, pues de siempre la locura se mantiene en los fracasos del invento y por tanto no patento tus estados, pues si estas enamorado, con los pies donde has andado, te sujetas a la vida y perdona que te diga, que no elige quien lo siente ,si ese otro va en contrarios, por que mueves escenarios al invento y quizás es el momento de pensarlo.
Y te observo en tus andanzas y te miro con constancia,
y simulas de otros muchos sugerencias que te influyen,...
y el respeto es de carencia, lo que muestra la arrogancia,
que en poderes se mantiene en lo que intuyen.
Y cuestiono bien tus formas que imponiendo dicta a vida,
lo que de otros es motivo de un poderse defender,...
y sonrío a la locura que es la cara del que digan,
que se esconde entre modales ocultándose a la vez.
Raquel Ordóñez Marqués.
