La guerra de generaciones, crea conflictos, en pensamientos, criterio por conocimientos y costumbres arraigadas, cada vez que alguien se suicida, es una derrota social, una manera de imponer las normas, bajo la batuta de ese que dirige con su gusto propio, dice democracia, que pasando en ciegos, no encuentra la puerta de esa tolerancia, y hablar de todo libre que se expresa en mismos derechos, no encuentro provecho en ideología, que aclarando el día me ofrezca su luz, por que la virtud viene con los gustos y escrúpulo hace en si diferencias.
Seguridad social, tampoco nos ofrece una solución, vive imposición que dictan supuestos, supuestos que en normas lo han tenido fácil, y en el mismo frágil que habla carencia, no existe prudencia en estos plurales, son imposiciones de esas condiciones que encierra tu vida y en la libertad, solamente diga que has obedecido. y esto es un problema en terapia y fraude, dice pues la madre que sabe su vida y si ya no está, no mires salidas , te van ha encerrar poniendo en excusa problemas mentales, las capacidades de esta democracia.
Cierro en si los ojos por que en tu ceguera,
yo no veo causa de un poder seguir,...
pues les has metido hasta en la pecera,
que les viene ahogando sin dejar vivir.
Busco en los espejos en los que te escondes,
de buscar un propio para en si atacar,...
y cuando preguntan nunca les respondes,
porque en soluciones nada es que darás.
Voy buscando a Erik por que se ha perdido,
en la misma ausencia que va sin cobijo,...
y se ha suicidado por que no ha sabido,
que el oculto esconde mismo crucifijo.
No esperes respuesta,....
Raquel Ordóñez Marqués.