domingo, 11 de marzo de 2012

Su recuerdo,..

Se abren los pañuelos,
de aquel recoger,..
día negro en duelo,
que no fue su escoger.

Y a tú lado,
de ese hombro en el apoyo,..
que te vierte en fondo el claro,
aunque en susurro es de arroyo,
cual de corriente inundado.

Con la pena de la sangre,
que fue correr en el día,..
siendo del cuerpo esa carne,
que de igual fue misma vida.

No hay palabras que describan,
alma que rompe en el llanto,..
cuando la vida derriba,
sin protección de ese manto.

El que en cobijo de iguales,
a veces descose agujeros,..
y es derribo de verdades,
que esperaran sin consuelo.

Fondo negro de una intriga,
cual puntada no agarró,..
paso en falso de una miga,
cual camino nunca halló.

Ese vibrar de raíles,
cual arrullo sin reparo,..
cifras que suena de a miles,
de familias sin amparo.

Un final en el trayecto,
que marca el destino en tristeza,..
y esas vidas sin proyectos,
cual fin su naturaleza.

Solo reza,..

Y en las miradas de angustia,
que en suplicar alma obliga,..
petición que sea justa,
mientras el cielo te mira.

Dulces sueños en descanso,
cual eterno en el recuerdo,..
de huellas en pies descalzos,
y en sentimientos que llevo.

No los quiero,..

Ni de confusos admito,
lo que en la mano de otros,..
en misma fe nunca quito,
lo que en el dar sean rotos.

Voces que llegan de rotos,
que en corazones latían,..
y en vientos llega alboroto,
cuando sus cuerpos yacían.

Almas de su desconsuelo,
gritos de igual en sentir,..
y honores al mismo duelo,
cual duda aclarado exigir.

Raic Ordóñez,.. 2012