sábado, 20 de abril de 2019

Tiempo que me dieras que no fuera mío,...


A veces no nos damos cuenta, de que todos caemos en las redes de la enfermedad , de que todos caminamos en un mismo rumbo destino del fin. Da igual cual te toque vivir, ella te arrastrará a ese deterioro que supone un desenlace u otro.
Si con ello en conciencia se abren las mentes de quienes padecen de ese egocentrismo que vive en ilusiones la inmortalidad, la pretensión del mismo texto llevara a buen recaudo a quienes ausentes padecen de esta ignorancia.
Ese trato en diferencias, de edades o males que lleva a intrigantes motivos de alerta, ese que supone se exime de todo lo que en vida dado no miraba nadie y fue en vejatorios males que sumar.
A veces la profesión, no va en acordes con esa vocación que tanto bien hace, a veces solo es paso de cuentas y sumas que restan la vida.
Son esos mayores el foco de alertas que llevan a casos de pena y tortura, esos que llegaron en tiempos pasados y fueron conquista del logro y alcance, ese deterioro que a todos nos llega de vuelta a un principio, cuidados requiere que mismos nos dieron en su vida y paso.
Todos sin más miras sufren en la vida una cosa u otra, dice la vejez, que en tiempo es constante del tiempo que pasa , que mira la vida con ojos cansados y sufre en los mismos  el paso y avance de cambios que haya. Carcasa que esconde ilusión que había y sueños perdidos,...

No me trates mal al paso que dieras,
solo sumas pena que el tiempo me ha dado,...
y aunque finjas verlo y no lo supieras,
este tiempo es mio y vengo cansado.

Son tantas las cosas que he visto en la vida,
que viajar no pude aunque fuera un sueño,...
y con esto dejo marcada una intriga,
de lo que pensando mismo soy yo el dueño.

Años que he vivido y siempre aprendiendo,
a sumar los mismos que restan mi vida,...
y es que el tiempo dicta y lo voy sintiendo,
y es que el tiempo enseña y de igual te hostiga.

https://www.youtube.com/watch?v=ejjdJwVWSME
Raquel Ordóñez Marqués.