cual erizar de ese bello,..
el alma sola deshoja,
sabiendo tal atropello.
Del cobijo no hay recreo,
si es de ganancias pensadas,..
y en el saber casi muero,
de ver el mal que alcanzabas.
Es de un perdido mezquino,
manipular ese llanto,..
de quien en casa vecino,
mezcla sembrar malos tratos.
Y me espanto ante el desvelo,
que reconoce la ofensa,..
sabiendo que solo puedo,
dejar presente en promesa.
Si de las cruces que mueves,
clavos llevan tus bolsillos,..
y en mismo clavar que ya hiere,
del residuo eres desquicio.
Que en virtud de el mismo ultraje,
de locuras inventadas,..
las ruedas del carruaje,
te pasen de igual y cruzadas.
No es de sangre en el camino,
quien beneficio en el mal,..
pierde del paso en destino,
cual victimas del buscar.
Pero en ansiar males propios,
cual de ajenos ibas dando,..
del mismo eco en su acopio,
facilidad de ir llegando.
Los ojos que en pena albergan,
del llanto familia ajena,..
las guardan cual encuadernan,
sabiendo que no eres buena.
Busca el perdón en la orilla,
que en hijos de otros y heridas,..
cual circular de polilla,
distes en vida seguidas.
Siendo de sangre cercana,
cual de la mezcla rechazas,..
ella será más mi hermana,
ya que en la tuya nos manchas.
No eres buscar en amparo,
que en lo cercano se quede,..
aún siendo del mismo en reparo,
cual lejano se prefiere.
De la vergüenza hasta el asco,
inteligencia de cursos,..
que llegan del mismo fiasco,
cual pago en venta al recurso.
Si de la maña de zorra,
el agua es barro en el claro,..
que el cielo en regar que corra,
te aleje en lugar no hallado.
Raic Ordóñez,.. 2012
