viernes, 1 de septiembre de 2017

De los tiempos, los criterios son el proceso que en movilidad tienen los mismos, conllevando a circunstancias variadas.
Gustos o preferencias, que con el mismo paso del tiempo, irán variando o determinándose en diferencias.
La experiencia se presenta en el uso de capacidades adquiridas y hacen referencia de muchos cambios que se establecen.
Todo ello, va formando en vínculos un conjunto de determinaciones, arrastradas por los criterios y preferencias a una desembocadura u otra.
Por eso es tan importante recapacitar, meditar y rectificar las variantes con el paso del tiempo y madurez.
En el arrastre de la misma historia, la rectificación es la evolución de un proceso de investigaciones que resuelven conjeturas, que al azar son fortuitas o desafortunadas de origen y trascurso.  En la suma de circunstancias, tiempo y evolución, los intereses de unos y otros, son conjugación de bienes y pertenencias de atributos varios.
La historia se basa en valores de demostración y medidas, que son a su vez muestra de exposición en el arte.
El arte es la capacidad que en fuerza mueve masas en preferencias otorgadas.
El sistema se destaca por una matemática de conceptos, en propósito de un exacto.
Pero en la descomposición de gustos, preferencias, criterios y valores. Están las acepciones que en definición, son métodos de controversia y significado cual debate es el conjunto en pretensión fortuito de origen y destino.
Esto quiere decir, que de los valores ajustados por ideologías y diferencia de costumbres, la convicción de los intereses a crear por debate a conjugar. Va variando en mismo tiempo por la evolución y variación de criterios trabajados o elaborados por pretensión de fines.
Creando en paralelos, historias que de circunstancias fueron modificadas por intereses de tiempo y lugar, creando a su vez diferencias de criterios que en su evolución, no fueron rectificación de los mismos tiempos en uso. Y por tanto son conjugación de recuerdos y malas interpretaciones en el disperso por gustos y zonas que van arrastrando un déficit de intereses a una exactitud programada sistemáticamente en medidas atribuyentes.
Es difícil entender la misma historia, más aún, si la misma es destaque de una valoración a expuestos, que de origen son muestra de ajenos que en seudónimos van ensombreciendo los mismos valores, que en escaparates son otorgación de una exposición a especulantes.
Dirigiendo en fines a una exposición que se aplica en derechos, los mismos valores según estatus, olvidando el peso cual significado da diferencias ocultas.
Si la enfermedad en si, es del error la rectificación en dosis, aplicada para atenuar un grito de aliento.
La verdad detallada, es la vacuna que a ignorancia abre los ojos.
Los valores no pueden ser un disfraz que en confundidos, celebran un carnaval en cualquier teatro, realzando las siluetas de la hipocresía.

¿Por quién lloraba la luna,
cual blanco roto mostraba,...
que fuese de la fortuna,
que el mismo viento acunara ?.

¿Por quién lloraba en la noche,
susurra el manto de estrellas,...
a quien le dieron reproche,
quien era de todas ellas ?.

¿Quién se quedó en sumergidos,
que guardando en las entrañas,...
en llanto luna a sufrido,
cual de guardar malas mañas?.

¿Por quién lloró en desconsuelo,
qué valores sostenía,...
que el cielo es un velo negro,
de pena en llanto que había ?

Raquel Ordóñez Marqués.