entre las zanjas abiertas,..
y en el trascurso ni miras,
echando el cierre con puertas.
Las llaves son invisibles,
del hueco que abre al cavar,..
agujero inadmisible,
de bocas que callaras.
El eco lleva la angustia,
del vivir ante el silencio,..
y las flores ya están mustrias,
siendo su riego el desprecio.
Y del presumir la sangre,
que desbordaron las balas,..
y del resurgir en carne,
de quien caretas guardaba.
Y entre los jazmines flores,
del blanco en pureza viva,..
y entre la maleza brotes,
de quien quitaba la vida.
Limpio el jardín con mis manos,
de ese follaje excesivo,..
que en raíz se va enredando,
y en su crecer va impedido.
Dejo sendero entre matas,
para el riego en su constancia,..
siendo su propia garganta,
en trago que hacia falta.
Crecen en verde las hojas,
que al fondo del mar envidiaban,..
cual mecer en alga esponja,
que en pureza conservaba.
Y entre silencios consientes,
lo que en palabras un mudo,..
del pronunciar es consciente,
que va en garganta desnudo.
Vacío en sonidos que otorgan,
la claridad de ese pacto,..
que pende del cuello en la soga,
de quien permite el maltrato.
El replicar que mantienes,
en ecos de la evidencia,..
y en los mismos que sostienes,
huella de poca decencia.
En el tiempo guardo,
y en la historia escribo,..
crecimiento en tallo,
de flor que es testigo.
Del rosal me aparto,
porque espinas lleva,..
y está rodeado,
de esas malas hierbas.
Compartir de raíces,
en el paso a corrientes,..
cual comer de perdices,
va enseñando los dientes.
Afán que desborda,
maleza que acopia,..
y solo ella engorda,
y más no le importa.
De mentiras pendes,..
Raic Ordóñez,..2011
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