un supuesto de inventados,..
un engaño en la callada,
y entre cuentos redactados.
Precios pagan confianzas,
que afianzan etiquetas,..
cual testigo en Sancho Panza,
cual Hidalgo en sus caretas.
Los gigantes van al paso,
que en transparencias se pierden,..
los molinos aire en caso,
del soplar si es que lo hubiere.
Entre pastas titulares,
de capítulos ficticios,..
de escondidos en reales,
que mal viven en suplicio.
La carroña vigilando,
en el frágil de su presa,..
de pedazos que robando,
como orates se despiezan.
La locura de colores,
que entre sombras destacando,..
de perfiles que decoren,
en medallas van brillando.
Del opaco en sus cristales,
la visión en permanencia,..
del botín de más retales,
del cosido a su decencia.
Dos puntadas con hilvanes,
que en el suelto permanecen,..
de enseñar como caimanes,
lo que a sus dientes ofrecen.
De los muertos el elogio,
que de vivos decorando,..
cual proceso en lo que cojo,
es llevar de un esperando.
Entre tiempos y entre genios,
se agazapa en la rutina,..
lo que en la sombra de ingenuo,
marcan cretinas doctrinas.
Y en la fe el molino mueve,
los brazos de aquel gigante,..
cual abarcar se requiere,
del por detrás que adelante.
No se para ante las guerras,
que mutilan y silencian,..
y es recaudar que se alberga,
de lo que enfrenta apariencia.
Deja el gigante en su huella,
suspiro de ese quedar,..
de aliento que en aire lleva,
del paso que nunca da.
Raic Ordóñez,..2012
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