nubes negras que ensombrecen,..
del variar montaña y clima,
de los vientos que empobrecen.
Desde el cielo a su mitad,
es mirada cual cenizas,..
de cortina en su manchar,
del rascar y no caricias.
En intentos pestañeo,
es constante en el esfuerzo,..
del visible y racaneo,
del ombligo cual refuerzo.
Con sus piernas pasos lentos,
miedo al quiebro en su tanteo,..
prevenir del sufrimiento,
de ajeno al eco en recreo.
De implorar inaccesible,
que recicla en cometidos,..
sonrisas burlonas o amables,
del recorrer de sus siglos.
Si en capaces la parada,
fuese aliento en mano alzada,..
resbalar de esas miradas,
colirio que igual aclarara.
Pero en el peso del logro,
niveles inclinan victorias,..
al agua y la tierra de lodos,
como equilibrio de glorias.
El ejemplo es la balanza,
que en el mismo deja rastro,..
de la siembra cual labranza,
sin raíz aire en un frasco.
Deja huellas sin camino,
destinos que abrieron fracasos,..
que en círculos del perdido,
mezclan de otros los pasos.
Y si en pisadas asfalto,
hace de alfombra el oculto,..
en paso escalón mismo fiasco,
es cual tropiezo no busco.
Del borrón que rectifica,
con tipex que aclara ese sucio,..
la muestra que gratifica,
escaparate que puso.
Y si la misma mantiene,
y el texto no pasa a limpio,..
de esfuerzo que no entretiene,
ejemplo aclara su oficio.
Y es abismo en el desquicio,..
Raic Ordóñez,.. 2012
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