De su manto y guarda,..

Guardaba su manto en el cofre,
que en flores cubría el engarce,..
y en cierre ese gancho de cobre,
seis puntas que en clavo se enganchen.

Perfiles pintados en sietes,
que estrellas lucían en picos,..
la luna cual mesa y banquete,
de muestra que abría abanico.

Madera de roble envejece,
del paso que en siglos tenía,..
y al día parece florece,
cual brillo en el sol exponía.

De noche las betas en sombras,
en grietas resalta el tallado,..
labrados en letras que nombran,
secretos que el sol ha ocultado.

Tres Damas silencian crujidos,
que al cofre rodean en tablas,..
del peso en el paso en quejido,
del ruido en sentidos que hablan.

Misterioso se acomoda en la sala,
que entre cuevas se protege,..
cual montaña una ventana que abre en gala,
y en sus luces naturales lo sumerge.

Una piedra blanquecina entremetida,
que en la roca se destaca en el color,..
es la llave como clave protegida,
de un rotar en toque suave que giró.

El paisaje que en el hielo se escondía,
es de aprecio de los sueños que libera,..
de ilusión que en espontáneo es alegría,
y hacía el viento en su susurro espolvorea.

Raic Ordóñez,.. 2012