jueves, 5 de abril de 2012

Los verdugos gritan en España



El PSOE, principal culpable del actual drama español, convocó ayer 50 ruedas de prensa en toda España para gritar contra el gobierno de Mariano Rajoy, al que está acosando de manera implacable desde la oposición. Esa tarea de desgaste, generalmente lógica en democracia, se convierte en miserable y cínica en España por dos razones fundamentales: la primera es que el país, situado al borde de la ruina y en peligro de ser intervenido por Europa y el FMI, necesita más unidad y esfuerzo colectivo que el ácido político que el PSOE escupe cada día; la segunda es que los socialistas que tanto gritan lo hacen cargados de hipocresía y engaño, pues son ellos los que, con la política torpe, sectaria y corrupta de Zapatero, han llevado a España hasta la dramática situación actual.

Aptovechándose de la torpeza de Rajoy, de sus inexplicables errores y de los complejos acobardados del Partido Popular, el PSOE, comandado por Rubalcaba, un experto en destruir con escasa experiencia en construir, ha adoptado una estrategia lamentable que nada tiene que ver con el consenso y el esfuerzo común que España necesita. La demolición permanente y el uso del ácido en política sólo conducen a dividir, a sembrar odios y a proyectar mundialmente la imagen de una España que, además de estar arruinada, está convulsa, fragmentada y en peligro de estallidos sociales incontrolados.

La Historia ha demostrado hasta la saciedad que el PSOE es más un partido de destrucción que de construcción. Cada vez que ha gobernado ha fracasado, pero cuando ha sido oposición ha utilizado magistralmente su bien engrasado y eficaz aparato de propaganda para acosar a los adversarios e impregnar la sociedad con el recuerdo de afrentas del pasado, argumentos de odio y reivindicaciones imposibles, enardeciendo a los pobres, alimentando el rencor y crispandolo todo.

La verdad cruda de España es que su clase política es la gran culpable de sus desventuras y tragedias. La actuación presente del PSOE confirma que el mayor enemigo de España son sus partidos políticos y los políticos profesionales, incapaces de anteponer el interés general a los suyor propios. La estrategia impuesta al PSOE, en estos tiempos de crisis, por Rubalcaba, tras perder las elecciones contra Rajoy y obtener para su partido unos resultados lamentables, es, precisamente, la menos conveniente para la situación de crisis extrema que atraviesa España. En lugar de pedir perdón por haber conducido el país hacia el endeudamiento salvaje, el despilfarro, la corrupción y el fracaso, los socialistas pretenden ahora dinamitar al nuevo gobierno, elegido mayoritariamente por los españoles y culminar la destrucción del país alimentando el fantasma de la desesperación y el conflicto social, poniendo así el colofón al destructivo y sucio mandato de Zapatero, uno de los peores dirigentes políticos de la España moderna. En lugar de apoyar al gobierno en unas reformas que el mismo PSOE sabe que son imprescindibles para salir de la crisis y que los socialistas habrían tenido que asumir si hubieran ganado las elecciones, las dinamitan y presentan a la sociedad como traiciones. En lugar de arrimar el hombro para afrontar los infinitos problemas del país, se dedican a quebrar las piernas del adversario a patadas, tal vez con la miserable esperanza de heredar pronto los despojos de un país que ellos mismos han llevado hasta el abismo.


¡Zapatero debe ser castigado!
http://www.votoenblanco.com/Los-verdugos-gritan-en-Espana_a4765.html

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