sábado, 13 de agosto de 2016

Asu solo pensaba,...

Basilio murió en esa noche de puntas y clavos, que focalizados en las gargantas, combaten en mismas amígdalas contra sus defensas.
Mª del Mar hija de Amparo, era quien ofrecía el demacrar de un despuntar en despiadados.
Ese clavar continuo de la locura en mente, mientras disfrazan las palabras con rostros perdidos.
Rostros de escaparates en inocencia y locura, donde la subnormalidad viene siendo fuente del despiste.
Quienes podrían "pensar" que aquellos que no lo hacen fuesen de la agresión un preparado a especies que reparten. La maldad es meticulosa en actos, inteligente en rastro y disfraz de muchos caminos.
El invisible de otras caretas, deja en el expuesto un camino de huellas a descartar, pero en la ceguera del afligido un rastro a tener en cuenta. como controversia de un seguimiento de improcedentes.
Acuse del tiempo que en tiempos juega en batallas mezcladas con tiempo para conjugar.
Batallas ya marcadas, como ganancias de una premeditación a las espaldas, que involucrando en zis zas va trenzando un enredo a la distancia entre tiempos.
Sumisos parecían sus actos, sumisos sus pasos y sin embargo solo fueron huellas en agua que se agita en tempestades de lejanía.
Tan ciega la vida en sus cercos.

Raquel Ordóñez Marqués.

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