sábado, 1 de junio de 2019

Despierta,....

En su mayoría son solterones y solteronas de avanzada edad, que no tuvieron más experiencia que la de una infancia y juventud sin preocupaciones. Metiendo baza en todo y dando todo tipo de opiniones inexpertas se consideran inteligentes ante los demás. A veces, hay que dejar que los ecos huecos, tengan también su espacio.
Sus quejas constantes son el retumbar de la misma ignorancia, falta picaresca en el contenido y no hay donde sacar que te de aliciente.
Tal es la osadía, que te llaman tonto en propia escasez,... viven circunstancias que ya están cerradas, solo lo que saben que afianza un puesto. Puesto de un perdido en propio camino.
Nunca han trabajado ni saben de esfuerzo, buscan ese fácil que los acomoda en la misma súplica, luego se incomodan si algo no les sale, si algo no consiguen, o si contradicen su mismo propósito.
Todo lo que hacen, es perder el tiempo jugando al despiste, ahora es que no puedo, dentro un poco voy, hoy no me apetece o quizás mañana es que mismo empiezo.
Un mismo camino que marca pisadas del día anterior, se les cae el mundo y no abarcan nada, juegan en el fácil de esa dulce infancia, donde se consiente en esa edad corta todo lo que digas sin mayor reparo, donde el preocuparse es cuestión de otros, que me solucionan de igual los caprichos.
Y es que hasta protesto y les meto prisa si es que con mentiras no consigo nada, piensan para ellos.

Cuando descubres el precio que lleva una mala crianza, ese eje firme que falta en el medio y ves pronunciada una simple tendencia que dicta en contrarios, te vas dando cuenta de muchos errores que siembra el orgullo en su misma ignorancia.
Ahora ya es muy tarde, ya se acomodaron en esa postura, ya es una costumbre que en ley se disfraza en su mismo teatro. Seguir ese  juego es una torpeza, no tienen valores que no vaya siendo ese para bien que dan sin remilgo, todo es egoísmo y ansia constante.
Es ese goteo de lágrima fácil si algo no les sale, son las mil excusas de pedir perdón y todo olvidado no hay mas trascendencia. Y son inocentes, porque bien la culpa la tubo quien pudo evitarlo,

Sin explicaciones te dejo y consiento todo lo que hagas, y ahora ya no puedo pararte los pies, ahora eres carnaza de investigación, o de experimentos que den resultados en fase y conducta.
Ya no hay más remedio, quizás la discapacidad al no haberte inculcado habilidades disfrace tu vida por algún camino y puedas llegar a tener un buen fin.


Dejo la conciencia de saber los pasos,
que te determinan en algún lugar,...
porque la evidencia es mismo fracaso,
que yendo en valores no supe buscar.

Llevo la esperanza puesta en los deseos,
que de rectos diera algún despertar,...
de ese juego eterno que en mismo recreo,
te mantiene lejos de esta gran verdad.


Raquel Ordóñez Marqués.




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