viernes, 21 de julio de 2023

Que esperabas,...

 


Hubo un tiempo en el que existían las criadas, profesiones sin asegurar que eran del lucrar de los que mandaban. Luego viene en precaución dado que es suma valor lo que realizaban y se revaloran como una moneda, siendo en quien si se  la lleva cómo ese asistente o ese cuidador, que hace el trabajo mayor que nadie quiere realizar, y es que en el ordenador no es de desquiciar a los mismo nervios, y es que en misma profesión da igual de que te titules, solo haces las labores de un informe y un contar, que es el mismo redactar de los que otros hicieron.

No me vengas con pucheros si es que de igual te detallas, por que no hubo más agallas que del que supo valorar y en si mismo ejecutar lo que te escuece en esfuerzo, por lo tanto si es que rezo es de evitar la pamplina.


Y me quedo en la doctrina del saber que hice el  esfuerzo, 

y me quedo en el consuelo de poder en si rezar,...

y me quedo en las sabiendas de quien retuerce el pescuezo ,

por que solo es trabajar.


Y me quedo en las virtudes de ver tus muchos caprichos,

y me quedo con la vaina por mucho que no te lo creas,....

por que en mismo cementerio o bien son tumbas y nichos,

aunque en vida creas ciertos en los que tu te recreas.


Y la vida en sus valores va guardando las victorias,

de mostrar a ese tramposo que solo juega a ser listo,...

y en su historia lleva cuentos de esas tus muchas historias,

en el que protagonista a ti nunca se te ha visto.


 Y por tanto tu recuerdo es de una historia contada,

y por tanto no recuerda nadie quien fue que contó,...

lo que piensas que recuerdan y se queda y te mostraba,

cuando eres esa sombra que jamás se recordó.


Raquel Ordóñez Marqués. 


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