los escalones que bajan,..
y en balaustre te aplico,
cera de aquella tinaja.
De escalones que nos quedan,
pinto en color diferente,..
el perfil que queda fuera,
para que no siga ausente.
Y entre gotitas del agua,
que de la fuente salpican,..
barco en papel que no fragua,
y un capitán que es ranita.
El cielo siendo cual suelo,
con la mirada transporta,..
sabiendo el camino que quiero,
abriendo al instante su puerta.
Me lleva a lejano paisaje,
donde en aguas cristalinas,..
besugos escriben mensajes,
mientras bailan las sardinas.
Las algas con fuerte follaje,
que en hojas se mezclan y enredan,..
te cierran al fondo el paisaje,
y ofrecen oscura selva.
Los tiburones se esconden,
viendo que en la pasarela,..
ballena y aguja escogen,
tela en cortes de tijeras.
Y los delfines pitufo,
en sí el más vacilón,..
un montón de bombas puso,
de expulsado en mal olor.
Y escondidas muy cerquita,
de la escalera y la fuente,..
vigila en su ventanita,
y espera que la fiesta empiece.
Los boquerones se mecen,
sobre una balsa en corrientes,..
en diferencia de un pelo,
con un flotar diferente.
Perdidos en ese baile,
que en ritmos es una noria,..
y que olvida al tomar aire,
a falta de más memoria.
Los caballitos de mar,
juntitos esperan el turno,..
pues vigila un calamar,
por si se escapara alguno.
Y los cangrejos salieron,
hace días al encuentro,..
de aquellos que se perdieron,
en un camino de inventos.
Sabiendo que en paso dado,
es retraso en la constancia,..
pues siempre van retrasados,
y atrasados no se avanza.
Y entre miradas se cierra,
la puerta en paisaje absurdo,..
y vuelven los pies a la tierra,
y cada uno a su curro.
Raic Ordóñez,.. 2011
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