Y porque escucho tú voz,..

Asomado a la ventana,
con los pies colgando al vacío,..
se pasaba la mañana,
en el perder que te miro.

Restauraba entre los vuelos,
que en cruces las aves brindaban,..
los caminos del recreo,
que en tiempo en su juego guardaba.

Y a veces en carcajadas,
de un soltar en espontáneos,..
en propio cuerpo mostraba,
caer hasta el subterráneo.

Desequilibrio de un eje,
que en la ignorancia atrevida,..
carcajada no acompleje,
la inocencia que tenía.

Se restauraba en un susto,
que de experiencia sabía,..
que el palpitar no era en gusto,
de las risas que exponía.

Pero el solo se reía,..

Con el pasar de los años,
del juego guardado en silencio,..
creó de los ríos caños,
y en sus aguas yo presencio.

De gotas que caen al vacío,
pesar que en balanza no lleva,..
lo que del agua ese río,
en aparcados conserva.

Y el cúmulo en peso del alma,
cortando el empuje del viento,..
con llanto que no se calma,
le oprime en tormento hacía dentro.

Y en el brindar de una mano,
lo que del libre refiere,..
cercana mirada en hermano,
cual mecer en silencios prefiere.

Dime del llanto que guardas,
que viaja a tú lado en perdones,..
por qué de palabras no narras,
lo que en bondad siempre pones.

Deja si el don de palabra,
no es menester que prefieras,..
que lea del dentro que guardas,
cual corazón conociera.

Y que de fuentes que fluyan,
del permanente callado,..
lo que en tú mente aturulla,
sea moldura o tallado.

Pon de la obra que sigue,
la pieza que encaja al seguido,..
deja que vuele libre,
igual que el silencio lo ha sido.

No cierres más en murallas,
lágrimas de un desbordar,..
y haz que en el libre que callas,
las puertas se abran de hablar.

Porque el silencio se rompe,
cuando de penas va lleno,..
y libertad nunca esconde,
lo que al hablar alza el vuelo.

Raic Ordóñez,..2011