domingo, 16 de octubre de 2016

LA HIPOCRESÍA

Según el diccionario real de la lengua la hipocresía se define como fingimiento de cualidades o sentimientos contrarios a los que verdaderamente se tienen o experimentan. Pero el significado en la vida real ha cambiado visiblemente, para mucha gente es una forma de trepar, una forma de anular a todo lo que signifique sinceridad, amistad, complicidad, etc.
            Hoy por hoy si quieres ascender en la vida, conseguir tus metas aunque no sean lícitas, la hipocresía es una cualidad esencial. También en esa definición se podría incluir el cinismo.
            Es casi imposible ahora mismo que alguien bien formado o que desarrolle un buen trabajo pueda ascender en una empresa.
            Y claro, por supuesto en una empresa privada es muy complicado ascender en el escalafón sin aplastar a todos los que te estorben en el camino. Pero lo realmente complicado es intentar alcanzar algún objetivo en tu vida en el caso de ser una empresa pública o las mal llamadas empresas sin ánimo de lucro.
            En estas no es importante si sirves, si tienes habilidades, si desarrollas bien tu trabajo, si cumples con tu cometido, etc. Eso no es para nada fundamental, lo verdaderamente imprescindible es hacer ver a los superiores que eres bueno en tu trabajo, que eres buena persona (aunque seas lo peor).
            Lo imprescindible es hacerse con los méritos de otras personas, tratar a la gente como ovejas al matadero, no tener sentimientos, en conclusión lo que Jesús llamaba Fariseos.
            Para mí y para muchas personas hacer eso se nos hace imposible, que tontos somos verdad, pero es un defecto de nacimiento, ojalá pudiésemos hacerlo, no seríamos unos parias y no nos tratarían con desprecio, ni se nos rompería el corazón cada vez que te ponen la zancadilla, y seguiríamos con nuestra vida sin problemas.
            Ahora miras a quien domina los puestos “importantes” y te das cuenta de quien está y por qué están ahí, sólo hay que mirarlos a los ojos para darse cuenta de que en el futuro no les quedará más que eso, una jubilación sin amigos, sin ni siquiera conocidos, solamente un recuerdo de podredumbre y sin más aspiraciones que acabar su vida sin nadie que los aprecie solos y lastimosos.
            Yo no quiero ser así prefiero morir pobre, pero poder mirar atrás y decir no he sido capaz de pisotear a nadie por una mierda de puesto de trabajo, y seguramente tendré gente alrededor que me quiera y se les escape una lagrima en mi último suspiro, por eso sólo les deseo a todos esos trepas que puedan pasear con la cabeza alta, aunque en el fondo lo único que les quedará es tristeza y lastima.

Y eso es un ejemplo, pero en la vida general viene a ser lo mismo ya nadie se fía de nadie, ya no hay amigos (simplemente conocidos). La verdad se ha perdido, todo es apariencia, en realidad no conoces a nadie, valga la redundancia.
                Todo el mundo se siente solo, ya no existe la sinceridad, eso lo que está produciendo es que la vida cada vez es más dura, cada día nos hacemos más y más insociables.
                Deberíamos echar una vista atrás, cuando un cumpleaños o cualquier fiesta era un acontecimiento, comías y bebías cosas que no te podías permitir el resto del año, cuando en navidad se juntaba toda la familia, se bebía, se brindaba, se cantaba, no había regalos pero era algo especial.
                Ahora ya nada de eso existe, la sociedad sólo piensa en consumir, regalos inútiles, sonrisas falsas, recelos, ya cada uno es su mundo, nadie reflexiona sobre lo que está haciendo de su vida.
                Me acuerdo de aquellas celebraciones, lo que menos echaba de menos eran los regalos, simplemente quería ver a todos mis seres queridos allí, a mi lado, que bonito era y que recuerdos tan maravillosos.
                En conclusión se ha perdido lo más importante, lo realmente imprescindible para ser feliz, el cariño, el amor, la familia, etc.
                Ya no nos queda ni una pizca de vida, lo principal ahora es tener un coche mejor que el de tu vecino, una casa más grande, un fajo de billetes en el bolsillo, aunque después no puedas ni permitirte tomar una cerveza con los amigos.

                La hipocresía ha dejado de ser una palabra para convertirse en una religión.

La vida pone a cada uno en su lugar tarde o temprano es un hecho……

Quien siembra vientos, recoge tempestades…

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