Cuando las montañas hablan,..
Tranquilo parece el bosque,
mirando en esa ventana,..
que da cruce a las esquinas,
que en sombras cubren montañas.
Manejo de esquivo constante,
el viento mueve en sus hojas,..
con el roce insinuante,
de un tacto que apenas roza.
De copa alta es el árbol,
que en balanceos parece,..
bailar al son de la mano,
de la brisa que le ofrece.
En perpetuas melodías,
de variedad en sonidos,..
que mezclados dan la vida,
que nace dentro del nido.
Las aguas que hicieron viaje,
y deslizaron sus gotas,..
de verde pintan paisaje,
después de que el sol las toca.
Y se levantan silbidos,
que anuncian nuevas visitas,..
con bordes de ese visillo,
cual especial de la cita.
Relatos de carreteros,
que recorren sus caminos,..
dejan ecos de esos cuentos,
de imperios que han destruido.
y cual vagabundo preso,
del paisaje que le acoge,..
da vueltas como en proceso,
de fuerzas que ya recoge.
Tambalear de cimientos,
alrededor de raíces,..
que se aferran en sustento,
del resbalón que te dicen.
Muertas quedaron las hojas,
que cayeron a sus pies,..
y permanecen de abono,
para crecer otra vez.
El agua ha dejado a muchas,
tanto tiempo en su remojo,..
que fueron nadando cual trucha,
y acabaron en despojos.
El bosque parece lejano,
de ese camino que entraba,..
rozando las ramas cual mano,
cerquita de aquí situaba.
Es el cambio de un comienzo,
del cuadro que han reformado,..
y están limpiando ese lienzo,
para ser de nuevo usado.
Un nuevo paso de hallados.
Raic Ordóñez,.. 2011
