viernes, 6 de noviembre de 2020

Un mundo al revés,...


 Hablaban de repulsa a las dictaduras y dictadores todos los que hoy en día gobiernan bajo imposiciones y prohibiciones que son representación de las mismas formas que rechazan, de la misma sumisión que se espera por parte del ciudadano de a pie, ese que se arrodilló ante sus limosnas y cree en posibles variantes que haya.

Hablaban de un mundo mejor y más libre hace cuatro días, y todos a una se suman los tantos de las prohibiciones y limitaciones que asfixian los libres. Ya no hay reuniones que den aliados de ese pensamiento que unía las fuerzas, se aíslan maneras de ir por ti solo, solo ante huracanes que empujan sin más. Que arrastran las vidas a una soledad confusa de males, dicen las miradas que el triste es fachada, resalta en la moda de este dos mil veinte, triste desolado.

El silencio ocupa tiempo que especula en el mismo pasado, jóvenes ausentes del que se avecina, ignorantes pues ante lo que ocurre, viejos en el riesgo de perder la vida y nada se sabe al respecto de que, muchos se abandonan entre los posibles que esta pandemia ocupa en espacio, ya no es un seguro lo que bien se paga y cobran sin más perpetuo a condenas de toda una vida.

Dicta un palpitar que va en taquicardia, que igual sobresalta todos los sentidos, que vive en el miedo de ese repetir que juzga los actos, castiga y hostiga a la libertad y se mueve en el miedo que puedas tener. Bien es el momento de hacer un balance y sopesar criterios que firmes resisten y luchan por causas.

Y creo y resisto para no creer,

que el miedo me asuste en un sinvivir,...

y creo y resisto porque tengo fe,

cual mismo misterio sería salir.


Te digo me dices todos dicen algo,

murmullo de muchos que no se sujeta,...

porque en confianza todo lo que trago,

es juego de aquellos que van con careta.


Y creo y resisto y no puedo más,

y digo que paren todos a la vez,...

porque esta tortura me lleva a pensar,

que el mundo está loco y va de al revés.


Raquel Ordóñez Marqués.