Dime de lo que presumes, y te diré de lo que careces,...
A veces la enfermedad mental , no es otra que vivir en unas circunstancias, donde el protagonismo ha hecho mella en focalizaciones de personajes famosos y nos hemos dejado llevar a un mundo de fantasía, que solo nosotros manipulamos a nuestro antojo y privilegio.
En el que vivimos a nuestras anchas, seleccionando todo aquello que nos beneficia el mismo ego, para considerarnos mejores que los demás.
Es cuando las divagaciones nos arrastran a un desconsiderado protagonismo , que nos deja ciegos ante las circunstancias de los demás.
Si bien es cierto, que los estrés psicológicos a los que se somete a la sociedad, forman parte de esa fantasía en la que caes como presa de superarla, o mantenerte estancado dependiendo del raciocinio que tengas para razonar las cuestiones y similitudes.
Aparentemente, solo es un paso por la locura que desfigura toda realidad.
Persecuciones sin tregua, personajes de importancia o simplemente la focalización de cualquier protagonista de serie o película en el que reflejamos nuestras ansias.
Así nos vemos, así nos mostramos,...
Te has quedado corto en las intenciones,
por que en paso dado nunca te has movido,...
y en supuestos vives de esas pretensiones ,
que te dejan ciego ante lo vivido.
Eres la cobaya de un experimento,
que en el señalado dirige tu vida,...
y es que lo que cuentas solo es un invento,
de ese que ir haciendo nunca es lo que digas.
Sueñas en despiertos miras con recelo,
vives en un mundo que no es de existir,...
y es que son cortinas o ese simple velo,
que te deja ciego en el mismo vivir.
No es cura de habidos mantenerte ausente,
no hay que alimentarte en esa mentira,...
y soy tu enemigo por que pongo al frente,
que aunque no lo creas esta vida siga.
Vi en esa locura caminos que optar,
fui mismo testigo de los desvarios,...
y ahora que te miro te puedes salvar,
si es que este presente te brinda un amigo.
Raquel Ordóñez Marqués.
