del Hidalgo en laberinto,..
que vaga sin fundamento,
y el mundo entero es su circo.
Avanza en hazaña inventada,
del tiempo que en tiempo se guía,..
y hasta lleva puestas alas,
mientras su vuelo ofrecía.
El tiempo que paraliza,
con tiempo que da en aviso,..
es tiempo que simplifica,
lo necesario y preciso.
Y en recurso si en reserva,
quedan granos de cosecha,..
te ofrece un tesoro que lleva,
de labranza en su cabeza.
Su obra escrita con sietes,
en tiempos se resta en años,..
del coser de los corchetes,
que al cierre oprimen al daño.
Son siete y no son Caballeros,
que al Hidalgo recompensen,..
con guerras que dieron a obreros,
cual la miseria que ofreces.
Los molinos junto al viento,
mueven montañas al paso,..
de la mirada en invento,
cual realidad en su fracaso.
Y el sueño le emerge en un lago,
que rodea con maleza,..
con un caballo cansado,
viajando en el fin cual se meza.
Las hojas vuelan al lado,
del soñador tan profundo,..
caído a los pies de ese lago,
que en hojas tapó en vagabundo.
Despierta en intentos decía,
mostrando el espejo real,..
multitud que nunca oía,
y tampoco iba a mirar.
Y en desvelo en pesadilla,
cual intento es de un esfuerzo,..
se enroscó cual pescadilla,
limitó su propio cerco.
Y agonizando se muerde,
pues en instinto del cuerpo,..
se enfrenta a la muerte y no pierde,
siendo en si mismo alimento.
Raic Ordóñez,.. 2011
