miércoles, 13 de mayo de 2020

Congresos y mentiras,...

Hemos llegado a un punto, en el que distraer es el kit de la cuestión en todos los aspectos, vivimos en tiempos en lo que lo más importante, es encantar como encantadores de serpientes, a esta sociedad que en sí está adormecida.
Unos porque son mayores y solo recuerdan sus tiempos vividos, todos peores a los mismos de hoy en día. Otros porque siendo más jóvenes o niños no pueden concluir sobre años vividos o experiencias que digan todo lo contrario. Y esos que están en sopeso de misma balanza, por que aún no alcanzan muestras de evidencias en comparaciones. Todo es un abuso de mismos misterios,
Abusos que llevan a grandes mentiras, limitando libertades, costumbres o formas de vida.
Abusos que esperan momentos propicios para desfasarse imponiendo normas de un totalitarismo ya casi extinguido.
El meollo de la cuestión, deja de ser importante si en las distracciones nos llevan en pulso a otros menesteres, si no se corrigen esos directorios que son de mentiras pausa en mismo cúmulo.
Tiempos que se pierden en misma enseñanza y que se derivan en ideologías que imponen criterios.
Qué es lo que se esconde en la misma pandemia, qué es lo que confirman los hechos vividos y que se deriva en sus intenciones.

Momentos que dicen antes eras libre,
en las circunstancias de nunca pensar,...
presente que dice ahora se describe,
que de libres quedan pocos por hallar.

Solo una pandemia ya te ha limitado,
libres que de actos eran menester,...
de correr en libres donde hayas llegado,
que si te paraste fue mismo placer.

Ahora que lo pienso todo son excusas,
nada que me digan trae otro pensar,...
porque los debates solo son repulsa,
de lo que unos hacen y otros causaran.

Miro en el paisaje solo ese que es libre,
y en el resumido nunca pienso más,...
porque si lo pienso esto es el declive,
de lo que pensando se puede causar.

Raquel Ordóñez Marqués.