domingo, 18 de noviembre de 2018

Una espinita,...

Cuando de bases te encuentras un cúmulo de variaciones cual referencia son dictaminar que impone, el resultado viene siendo la decepción.
El contradecir que de costumbres añejas es por su naturaleza firmeza de un mandar, deja poco o nada de espacio a la tolerancia en su evolución. A las diferencias que por causa y proceso son un variar en determinados y finalidades.
Es por tanto, que la democracia expuesta con raíces y firmes que se afianzan en costumbres obligadas es inexistente.
Los escarmientos con ejemplos de vidas pasadas y referencia en la escasez, como método de espabilar ante situaciones de similitud, cierran las opciones que por necesidad son causa de necesidad a seguir. Cerrando el margen de posibilidades que diferencian uno u otro desenlace y arrastrando a un repetir de continuas equivocaciones al individuo. Que tendrá que remontar o adaptarse, dependiendo del conocimiento, o simplemente someterse a la situación.
Es por tanto, que trato de ignorantes, a quienes en abuso de solvencia, limitan las necesidades de haber, a una expulsión de escarmiento.
En las diferentes opciones, hay un abanico de posibilidades a expensas de esas limitaciones.
No reduzcas la libertad, porque e la tuya, está la de todos.

Me cerraste pasos,
me pusiste cotos,...
y fui del fracaso,
sólo un simple roto.

Ahora que lo pienso,
me produce pena,...
porque es un proceso,
cual libre envenena.

Sirve como excusa,
en tu proceder,...
que lleva gamuza,
en su mismo esconder.

Eres ese fraude,
que a la libertad,...
le corta las alas,
cual nunca volar.

Vienes de maestro,
con lección añeja,...
eres del pretexto,
quejas de esa vieja.

No miras de frente,
todo por la espalda,....
eres muy prudente,
para lo que dabas.

Miedo de un futuro,
cual desconocer,...
siendo de ese rulo,
pasado de ver.

Mira la experiencia,
para que ha servido,...
todo te acompleja,
sino lo has vivido.

No dejas más margen,
que un disimular,...
no eres del paisaje,
ni ilusión que dar.

Vives de apariencias,
mientes en constancia,...
siendo en evidencias,
otro Sancho Panza.

No tienes más cauce,
que ese limitar,...
pasaré este trance,
que me voy a callar.


Raquel Ordóñez Marqués.

Este sueño en palabras,...

Por no contradecir al mismo tiempo en su enseñanza, vagué por esos caminos dictados de señal expuesta, de lección de otros que en su recorrer, dictaron en pautas un curso apropiado a sus circunstancias.
Voy mirando las señales, por si en el camino encuentro entre ellas dictar de mis causas,...
Me encontré perdida y confusa, cansada y ansiosa en este descubrir, que sube escalones o en su resbalar, tras mismo traspié equivoca los pasos. La mano que me recoge en trayecto, es desconocida de curso que lleve, pero cálida y fuerte en su mismo cauce, trayecto de rectos que en sí se corrigen.
Descubro cada día una motivación diferente que recorrer, entremezclando los pasos de pies que simulan tener un camino, Trayecto de circunferencias que en sus circunstancias marean la vida.
Está entretenida, mirando en paisajes que pintan historias, la vida sonríe y llora con ellos,...

Se ha sentado en la puerta,
que conduce a ilusión,...
ya no lleva caretas,
esta es nueva versión.

No conduce la historia,
porque observa sin pauta,...
y es que haciendo memoria,
aprendió a ser más cauta.

Comprendió de ella misma,
cual percance entorpece,...
que el llegar a la cima,
es opción que se ofrece.

Que se abre en posibles,
de un querer acertar,...
siendo igual accesible,
a otras mismas optar.

Ya te mira en anhelos,
de un pasar descubrir,...
que en dictar sean consuelos,
que te dejen vivir.

Era libre en sus modos,
era noble en sus formas,...
pues la vida es de todos,
cual de historias son dogmas.

Ella vive contigo,
como puedas vivir,...
y es el mismo testigo,
que de vida es decir.

Corre y llena tus cauces,
pues la vida te espera,...
entre sueños capaces,
que en la vida tuvieras.

Este sueño en palabras,...

Raquel Ordóñez Marqués.