A tiempo nunca llegaron,
de ser mirada en cobijo,..
y en mismo tiempo perdieron,
de risas el regocijo.
Espinas me fui quitando,
del campo en secos de frutos,..
que en mismo pasos ir dando,
corto a afición fue atributo.
Miradas pedía entonces,
creyendo que había gente,..
del mismo silencio en coces,
que de sonrisa aparente.
Y ahora ya viendo en ciegos,
que el atributo es virtud,..,
del ciego que viendo en ruegos,
seguir su paso es salud.
No miro con esa espera,
del esperar que ilusiona,..
porque la misma me ruega,
que mire a quien nunca abandona.
Raquel Ordóñez,.. 2013