Ni el odio de ese desprecio,
que se cobija en tú pecho,..
es de la vida ese precio,
que en muerte es cobijo de presos.
Ni en un huracán de destrozos,
el material que da ruinas,..
es quien cobija en su gozo,
ninguna materia en doctrina.
Porque la mezcla de medios,
en mejoras de la vida,..
nunca será del remedio,
que a la misma extinguiría.
Y si en cosechas se mide,
el fruto que en precios obtienes,..
las tuyas nunca crecieron,
y en sus ruinas te entretienes.
Por mucho que en ruido distraigas,
y arrastres miradas de estela,..
las listas del paro son largas,
y siguen en lista de espera.
Aquellas raíces profundas,
que el equilibrio sujetan,..
dormían y no estaban mudas,
y ahora te observan despiertas.
Esperan llegar el momento,
que en obras mantiene ese circo,..
y en un voto muy discreto,
te harán cerrar ese pico.
Porque en Justicia es sabido,
que el cargo no es eximido,..
de un perjuicio en cometidos,
del eximido seguido.
Y si en promesas la talla,
te dejó en disfraz de burlas,..
las soluciones que callas,
son burla en la cara tuya.
Pues no existe jardinero,
que resucite una planta,..
quemada en el cenicero,
creciendo mientras le canta.
Aunque pudiera ser cierto,
que las gargantas profundas,..
den melodía en concierto,
sin aparato y sin funda.
Pues de siempre fue sabido,
y además muy conocido,..
que no es lo mismo parirlo,
que cagarlo en un caído.
Raic Ordóñez,.. 2011