sábado, 17 de diciembre de 2016

El Lenguaje,...

En el túnel de los ciegos que nos rodean,se acumulan personajes con protagonismos constantes.
Adjudicados junto con las mismas palabras que en propias menciones son el dar, de un  paso en frecuentes.
De ese modo,el oficio sea en tiempos que sean, forman parte de ese designar de focalizaciones, en intereses históricos, reconocidos en la misma memoria para designar la ocupación.
Una forma de alimentarse con el lenguaje.
Como atraídos en palabras, frases o guiones, que les designan el destino, en propósito de opción.
Opciones elegidas para ir acaparando a las masas, en una cadena matemática de exactos,
Registros de los mismos nacimientos y reconocimientos en proceder de pertenencias, que serán dirigidas en intención de equilibrados.
Asignación que de igual manera se distribuye en obras independientes, en el repetir del protagonismo que se designe, dando a su origen el privilegio de prioridad.
Por lo tanto el lenguaje, es el apresar de la misma historia con servidumbre de la humanidad, para la distribución de los personajes ya elegidos en su propia memoria.
De igual modo, para la distribución de energías por especie o materia.

En la mezcla de nombres propios, entremezclan de igual, los sistemas de reparto por zonas, creando un conflicto de intereses no calculados.
Los criterios se confunden, y la misma memoria se desorienta en la variedad de costumbres a seguir.
Si lo diferenciamos por mentalidades, el conflicto es un agravio.

Lo cual confecciona un despuntar de la misma historia, que se ve desubicada en arrastre de frecuencias, ( ya que en cada mención, el arrastre de la memoria, es equivalente al peso de la misma memoria como perjuicio). Y desmembrada en propias partes, por desconocimiento de proceder.
Claro está, que no es parte de ninguna explicación conveniente para los comunes.

Con la misma palabra te llamo,
te acercas sin más,...
cual de esclavos son amos,
de mención asignar.

La memoria registra,
de costumbre enseñanza,...
y en si misma practica,
cual su propia labranza.

Cuanto pesa la vida,
que ya viene cargada,...
y en preguntas e intrigas,
dice no saber nada.

Cual derroche en palabras,
que en cadenas atando,...
se han quedado labradas,
sin función de ir andando.

Cuanto tiempo en espera,
cuanto tiempo perdido,...
mira aquel que no llega,
y el que viene ya herido.

Me enseñaste la trampa,
reconozco tú historia,...
si no sabe se estampa,
del recuerdo en memoria.

Libertad me gritaste,
que de libres son guerras,...
libertad que dejaste,
cual de malas son hierbas.

Raquel Ordóñez Marqués.