martes, 20 de septiembre de 2016

LA IGNORANCIA



            Según el Diccionario Real de la Lengua la ignorancia es el no tener constancia o permanecer falto de conocimientos o acontecimientos.
            Para todo el mundo la manera más fácil de soportar esta vida es permanecer en ella, es muy importante no hacerte preguntas, es muy importante no saber el qué, el porqué, el cómo, el cuándo, etc.?
            Vivir en ella te hace evitarte problemas, ojala algunos hubiésemos aprendido a hacerlo, ahora tendríamos una vida sencilla, una casa, un coche, un hijo o hijos, una familia, es lo que todo el mundo espera de ti, simplemente no destacar, permanecer escondido dentro de la mentira.
            Miras a la gente a los ojos y ves tristeza en ellos, nadie es feliz, nadie tiene amigos, que vida tan insulsa, pero sin embargo que sencilla.
            Lo malo es cuando alguien se da cuenta de la verdad, de que cuando hay problemas los esconden, bien dentro de algún acontecimiento deportivo, con un atentado, con una guerra muy lejana que no nos “influye”, nos dan algo en que pensar, algo que alimente nuestra necesidad de saber, es mucho más fácil creer en “La Princesa del Pueblo” que pensar que todo es una mentira.
            Nos dan responsabilidades pero controladas nadie es el jefe, pero sin embargo todos seguimos las órdenes de alguien.
            Que la gente piense no es buena idea para nadie.
            Imaginaros un mundo real, en el que los que de verdad se lo mereciesen estuviesen en el poder, imaginaros el caos, todo el mundo igual que bueno, ¿No?, pero si fuésemos todos  iguales a que aspiraríamos entonces, necesitamos una finalidad, aunque sea una ilusión, un piso mejor, un coche más veloz, que nuestros hijos vayan a colegios privados, en conclusión ser mejor que el vecino.
            Se inventa la locura (en realidad no conozco a nadie que no esté un poco ido de la cabeza de una forma o de otra), se inventa el dinero (¿Qué es el dinero?), se inventa la competitividad (en realidad es algo no medible).
            Imaginaos un mundo sin fronteras, sin dinero, sin envidias, sin que los más inútiles estuviesen como cabezas de turco, uff. Que aburrimiento, seguramente nos inventariamos algo por lo que estar por encima de los demás.
            En conclusión ojala yo también pudiese vivir en ese mundo imaginario que nos han construido sería mucho más feliz, o por lo menos tendría muchísimos menos problemas.
            Intentaré seguir como hasta ahora, haciendo ver que no veo, haciendo oír que no oigo, haciendo pensar que no pienso y así conseguiré por lo menos que me dejen tranquila, lo único que me queda es que sé que hay mucha más gente que piensa como yo y que como yo se esconden tras una cortina de humo para no sobresalir y no ser objetivo de aquellos a los que vivir como ovejas les va bien.


            El incomprendido comprensible.

Hasta cuando,...

Cuando hablamos de corrupción, ¿A qué le aplicamos la misma palabra?, Viendo en todo momento a los implicados en puestos de privilegio.
¿Diferenciamos el significado de la obligación?.
¿En qué momento se permite o permitió que la Ley Mordaza forme parte de la libertad de expresión?.
¿Llevamos el ritmo del cangrejo con esta democracia teatral?.
¿Cuándo votará la cordura?, y ¿hasta cuándo esta locura?.

La pregunta en un constante,
que revela incertidumbre,...
la pregunta en dilatantes,
y mantienen las costumbres.

Las de habidos que critican,
las de épocas de haber,...
y esas nuevas que practican
para aquel que no ha de ver.

¿Seguiremos en lo mismo?,
se pregunta el ignorante,...
vaya vida de cinismo,
vaya cuantos arrogantes.

!Vaya hidalgo delirante!.

Raquel Ordóñez Marqués.