domingo, 28 de febrero de 2021

Libertad se llama,...


 Es la libertad quien pidiendo paso empuja con fuerza, tanto fue el proceso que pidieron otros de dar lo imposible, que ahora se ajustan las calles al cuerpo y aprieta el entorno. Quién en deterioro, mirando su ego estrecha el pasaje y acusando lleva lo que de ese dedo es un gran apunte, años que acumulan el tiempo pasado de una vida plena que llega a su fin y resta al entorno libres de un respiro.

Quien en la imprudencia lucha contra ellos, calles que ya han puesto de una dirección, la que se ha otorgado en ese camino, las que en paso firme pisan recorriendo hasta ese punto, va pasando el tiempo y los nuevos cauces abren las fronteras, cual será tu lucha en esta batalla, te han cerrado puertas que costaron siglos cual poder abrir, ahora que es tu turno, dime lo que quieres y muestra tus cartas. De ello ya depende ese paso libre que quieres tener, abre bien los ojos,...

Porque se repiten los mismos trayectos que ya has conocido, y en generaciones dependiendo cuales es misma ignorancia lo que se respira y de tu recuerdo quienes no han vivido podrían soñar, soñar con los libres que otros disfrutamos.


Presa va la vida suplicando paso,

paso de un seguido de un tiempo que fue,...

y es que se ha perdido no encontrando el caso,

y ahora que ha nacido no sabe que ver.


Mira los paisajes que han ensombrecido,

nieblas son ceguera del mismo mirar,...

pues lo que tenias y tanto has querido,

solo se su nombre siendo libertad.


Raquel Ordóñez Marqués.



Sueño de aquel soñador,...


Viajo con una maleta que en departamentos va llevando tiempos, tiempos de muchas vivencias que son del recuerdo paso de un seguir, que dicta a conciencia respecto a la vida si va en el camino o espera consciente en esa estación llamada paciencia.
Meto en esos bolsillos que guarda mi mente tratos y costumbres, maneras formas y modos que tiene la vida de hacer en presentes, mezclando aquellos que al gusto llevo al paladar o solo se quedan en un tacto ausente, que va posponiendo querer percibir.
Dejo se crucen los sueños con sus osadías, llenando una copa de mucha esperanza, con tiempo de sobra a la realidad. Tramito y conjugo en el mismo entorno aquellos colores que pinta el paisaje y llevo a escenarios que son instantáneos teatros fugaces, variándolo todo.

Sueño de aquel soñador,
que mira la vida con una sonrisa,...
que guarda silencio ante el grito de otro,
que dicta palabras como un trovador,
dejando las penas en charcos de letras,...

soñando consciente siendo triunfador,
poniendo las rimas en la misma brisa,
cerrándole al tiempo tiempo en mismos cotos,
dejando su huella en letra mayor,
de estrujar reglones que el mismo te aprieta.

Raquel Ordóñez Marqués.