miércoles, 23 de febrero de 2011

Estaba en aquellos parajes, decía el pastor en su cantar,..



Se exponen escaparates,
con cambios en proporción,..
de brillantes disparates,
que los deja en camisón.

Cuando el pescado podrido,
huele en proporción del mal,..
aquellos que fueron heridos,
abren las puertas sin más.

Resulta un poco chocante,
que en rebote a la jugada,..
choque de nuevo en rebote,
del rebotar que no acaba.

Cercanas las elecciones,
que abren puerta del mañana,..
de bote en rebote de bote,
siguen con la misma maña.

Señor,..

Le dice ese pastorcillo,
al pico de la montaña,..
mientras el rebaño come,
frescas hierbas que quedaban.

Los campos que yacen secos,
y en espera de esa quema,..
raíces de invierno fresco,
las hiela en la nueva siembra.

Parece que en primavera,
el viento deja en su rastro,..
caminos que nuevos viera,
de rastrojos y de cantos.

Los cantos son esas piedras,
que en sonido nada aportan,..
y los rastrojos el ego,
que en ecos dan chirigotas.

Las brumas que en sombras lleva,
tal melodía en calvario,..
es en tropezón de hiena,
la obra del nuevo escenario.

Esperando como buitres,
de manjares que ya acechan,..
calientan tal cual su pupitre,
del frotar de esa cosecha.

Esperan charcos de sangre,
y avalancha en demasía,..
cual apertura en calambre,
paralice y convenía.

Y en el rogar de esos rezos,
el pastorcillo en desorden,..
pide por todos ellos,
y en el pedir solo esconde;

Lo que en su alma le apena,
y en su recuerdo le habla,..
de aquel juntar de unas manos,
de aquella guerra que acaba.
De aquella sonrisa inocente,
que ilusionada soltaba,..
el contagiar de sonrisas,
que acaban en carcajadas.

Aquel rayito que el sol,
en invierno calentaba,..
al viejo que en ese banco,
un cigarrillo fumaba.
Aquellos niños jugando,
y aquella mamá enfadada,..
y el proyecto de esos sueños,
que cada uno contaba.

El cielo se pone triste,
al ver que no confiaba,..
y en un último resplandor,
en brisa le acariciaba.

Y en un suspiro en despiste,
del pastorcillo pensando,..
se cuela en gracia de chiste,
lo coge y se va suspirando.

Y lo reparte a diario,
en la esperanza de aquellos,..
que en tiempo lo vienen gritando,
y unidos se ponen a ello.

Y a la espera en la cordura,
del guía de esa balanza,..
el mundo gritará aleluya,
del final de esas matanzas.

Comenzando en la esperanza,...


Raic Ordóñez,... 2011