sábado, 25 de agosto de 2018

Y porque ojalá todos lleguemos a ser mayores,....

Con los años las prisas se vuelven en su lentitud un alcance de posibles al limite de las fuerzas, el camino se hace más largo y las distancias por recorrer más cortas en gusto.
Se aprecia más el tiempo y el disfrute del mismo, para recompensar de algún modo esa inocencia que de los primeros años, es una velocidad más propia de la ignorancia, que se acredita en quienes han hecho un recorrido mayor en tiempo.
Se valoran más los pequeños detalles de la vida y se recuerdan en constancia para inmortalizar lo que de los primeros años, es un vago recuerdo de aprendizaje.
Si hubiera un consejo de acierto en apropiados de dar, sería vive despacio la vida y saborea cada etapa como si no tuvieras más que vivir.
Recoge de tu camino cada granito de esfuerzo en vivir para crear tu montaña, esa que revisaras en el recuerdo cuando la vida solo te muestre una mirada superficial, dejando paso al presente que se presenta con novedades. El mayor tesoro por atesorar en posesión de riquezas.
Porque todos somos importantes, deberíamos pensar más en los mayores, en sus limitaciones para detallar todo tipo de dificultades que se les presenta. En el grito interno que llevan como cadena de atados a su libertad, al deseo de permanencia y sabiduría que van recogiendo en tan corto trayecto y que nos ciega en generaciones por tiempos, creyendo que está lejos de nuestro presente.
Por que los tiempos se dan la mano en este recorrido de edades y se manifiestan dependiendo el interés que se vaya mostrando en los mismos.
Y porque ojalá todos lleguemos a ser mayores.

Dichosos los ojos que vieron,
"decir" que ahora amanecía,...
y que de igual contuvieron,
lo que en belleza veían.

Dichosos los que escucharon,
con la paciencia de dar,...
y en tantos años lucharon,
para poder escuchar.

El tiempo que se te pide,
es tiempo que en disponibles,...
igual a ti es que te cuide,
si en tiempo se hace posible.

Medita bien de los tiempos,
aquellos que en recibir,...
tan solo movían vientos,
cual respirar son vivir.

Los viejos más bien ancianos,
carcasa de ese disfraz,...
del tiempo es a donde vamos,
aún siendo joven de más.

Los tiempos se van moviendo,
en sus costumbres y modos,...
y el tiempo va consumiendo,
 lo que es la vida de todos.

Raquel Ordóñez Marqués.







Si supieras,...

A veces la vida es una cuesta de protestas que de inclinación viene siendo una tortura.

Me miraste en el mismo camino,
que cansado recorre distancias,...
que disfraza en llegadas destinos,
que evadía a la misma elegancia.

Me supone de reto rutina,
de un constante de malos augurios,...
lo que en mismo de aciertos no atina,
y es presagio en negar de saludos.

Me comparan sin más en el paso,
se confunden en mismo presagio,...
y me buscan el mismo fracaso,
que en vivir es de solo un naufragio.

No contemplo de miras las vistas,
que aliciente me pudieran dar,...
del relleno que llevan las listas,
que me hicieran igual fracasar.

Tu que anulas en si mi persona,
persiguiendo mis propios latidos,...
que de igual si me condiciona,
es de suplica el mismo respiro.

Lo que anulo en intentos que tengas,
que del dar un poder dañar,...
en el filo de igual se sostenga,
sin que puedas al ir respirar.

Del igual que se ofrece,...

Raquel Ordóñez Marqués.





Por una ilusión,..

Como niño se describe en sus detalles,
de ilusiones que le llenan en sus prisas,....
y protesta y te replica en los cantares,
y te saca sin maldad alguna risa.

Diferencia ese sarcasmo y la ironía,
y te explica diferencias de obtener,...
aunque sepas que en verdad si la tenías,
era muestra del hacérselo entender.

Es conciso en el registro de palabras,
intelecto que modera en propio gusto,...
y se asusta ante maneras si son bravas,
porque nunca va mirando al rudo arbusto.

Ese recio de costumbres y manías,
que educó con diferencias detalladas,...
le quitaba la sonrisa que obtenía,
porque apenas el podía decir nada.

Enseñado sin opciones de un porqué,
que se explica sin un gesto de violencia,...
es retrato de un maltrato en el ayer,
que en sus ásperos nos deja la evidencia.

Bonachón que de presencia es su constante,
picaresca de ese agrio al relatar,...
siendo escusa de la mezcla en dilatantes,
de pararte cual mirarlo y escuchar.

Simpatía no le falta en sus diarios,
cual saludo al mismo paso va ofreciendo,...
aunque lleva como cruz de sus calvarios,
un dolor que mortifica en ir sufriendo.

Ese es Manu en el mismo detallar,
de notar misma presencia que obtenías,...
a quien digo que en la vida hay que soñar,
y mezclar en mismos sueños noche y día.

Raquel Ordóñez Marqués.