jueves, 5 de noviembre de 2020

Aún estas a tiempo,...

 


Crees que si te mantienen en esa nube de ilusiones, tu mundo será mejor, verte cual princesa o pirata, Rey de circunstancias pintadas que sólo transita por parajes bellos, que solo suspira en esfuerzo expuesto, si solo es perfecto para su soñar.

Este es un nacer que muere, que va envejeciendo y nada perdura más que el mismo tiempo, va lleno de metas que puedes marcarte para subsistir, en el recordar de la misma historia, palabras y ecos que en recordatorio si bien te mencionan mostrará tu huella, tu rastro y tu hacer.

Somos estrellas fugaces para un admirar, que pasa en el lento que de años se cubre, mirada lejana en edad avanzada, que mira con pena su propio camino. Camino que aún puedes pintar de colores, como ese arco iris que enseña su gama. Eres igual de importante que aquel que no miras, quizás seas tú,...

La noche va lenta en el mismo silencio, tan solo el teclado le pone sonido y ensordecen pausas del mismo pensar. Miro con esa sustancia que saca la esencia y veo el reflejo de la soledad, quien bien te acompaña gran parte del día y asola tu tiempo en el mismo perder. Te veo, me miras, no sabes y quizás mañana tengas esperanzas, sola ante deseo de ver tu sonrisa, ese maquillaje que pone alegría, quien pinta ilusiones en tus mismos gestos.

Te dejo y observo pasando los días, sacando entre gracias muecas espontáneas que me hablan de tí, y leyendo en las mismas te voy conociendo sin meterte prisa, dedicando el tiempo que tú bien precises.


Y espero en la puerta que siendo invisible,

dejaste con llave cerrada sin más,...

y el tiempo me empuja siendo inadmisible,

que si tú no quieres yo pueda pasar. 


Te dejo, te miro, sonrío en el paso,

te doy aliciente de poderlo ver,...

y dejo tres gotas vertidas en vaso,

que son intenciones para tu tejer.


Lo sueños son sueños no olvides jamás,

que si vas soñando nadie escucha nada,...

y el tiempo se pasa y queda detrás,

y se va tú vida porque todo acaba.


Raquel Ordóñez Marqués.