sábado, 18 de abril de 2020

Sobreviviré....

Sobreviviré, es la palabra de moda y es que en estos tiempos, solo la pandemia nos trae de cabeza y algo que se suma a la estabilidad. La cesta, la compra, se ha subido en precio todos los productos todo se aprovecha en la debilidad. Antes era cierto que tienda pequeña no sobrevivía y es que en precio había mucho en elegir, pero en este tiempo solo reconocen que puedas comprar en las cercanías y es un gran problema no buscar el precio en salarios bajos, porque no alcanza a todos, y es buscar la oferta lo que nos sujeta en la realidad de un llegar en justos al final de mes.
Rezo en los constantes por quienes en ertes llevan esperanzas de un sobrevivir, ilusión que ponen mientras los aprueban si es que les gratifica la misma suerte en esos menesteres. Tantos los que no tienen como hacerle frente a los mismos pagos, a la misma vida que nos acompaña, son miradas tristes de un futuro incierto lo que bien desola esta realidad.

Dicen pues suponen que esto pronto pasa,
que solo es el tiempo lo que ata en corto,...
y se mete de lleno por siempre en tu casa,
y exclama en las voces ¡¡ ya no lo soporto!!.

Se han quedado atrás tantas esperanzas,
tantas ilusiones de un creer quizás,...
que falla paciencia y también la templanza,
y el modo son formas de un desesperar.

Dicen pues suponen todo son supuestos,
que de esta se sale de un total de ser,...
lo que ya va en lastre y solo son restos,
de aquellos que ilusos querían creer.

Dicen pues suponen, supongo que es cierto,
que ya queda menos para ese alcanzar,...
que lava las manos en el mismo reto,
a tantos Pilatos que deben callar.

Son ya tantos muertos,...

Raquel Ordóñez Marqués







jueves, 9 de abril de 2020

Son nuestros ancianos,..

Rompen las expectativas quienes hacen uso de ética que hubiera, si con más de ochenta ya te dejan solo y no tienes derecho, si en esos ochenta pagaste en el curso pauta establecida, y es que en seguridad social no hablaban de edades, llegaron momentos de estafa en tu vida, ya no se sujetan las ventas y bulos, eres un estorbo, o eso que refieren quienes hacen uso de disminuirte.
¿Quién te deja ausente?.
Quién ha decidido restarte en la vida, tú que tanto diste, tú que me dijiste cómo debo hacerlo, tú que me enseñaste a ver las mentiras, hoy te miro a ti,...
Porque esta pandemia se lleva la vida en aquellos casos que no hay más remedio que en resignación dejarte llevar, quien fuera el apunte de esa bil sentencia que elige y decide quién tiene derecho, cuánto cambiaría la misma elección.
Ya no son personas quienes originan esta lista eterna de desdicha propia, se queda pequeño el mundo en su sombra, y es que entre las sombras se ha movido siempre lo que se especula, lo que se difama con las pretensiones de un aparentar, lo que representa ese camuflaje de un disfraz seguro y lo que se estima no hubo más remedio en su descubrir.
Son ideologías que en pleno debate muestran mismas cartas, pero son las bajas de esos que creyeron un mundo mejor, las que nos apenan, las que se pronuncian con la boca chica, pero son las cifras las que sobrecogen este corazón.
Nunca en esta vida hubiese jurado que fuera posible, pero se delatan con la frialdad que congela el alma, como si el común fuese el entenderlo.

Ahora que te miro veo que me enseñas esta realidad,
que mirando a todos resta en los posibles,...
y hago en eco propia misma humanidad,
porque en actos de otros ya son muy visibles.

Dejo que la vida pague en sus medidas,
no quito ni pongo lo que otros dan,...
pero en propios actos soy muy cometida,
y si hay que elegir yo no quiero estar.

Es ese derecho lo que a mi me aflige,
ese que te quitan en la misma edad,...
y que en mismo alarde a ellos les corrige,
porque en tiempo justo llega en igualdad.

No tengo reparo en decir que pienso,
es mismo derecho que me atañe igual,...
y si busco y llevo al mismo consenso,
si no lo han pensado ya lo pensaran.


Raquel Ordóñez Marqués.