Tenemos un espacio vital que podemos manipular mentalmente cuando queramos o lo necesitemos, simplemente, es cuestión de que si no lo ves, al menos lo creas, aunque parezca mentira, es muy eficaz a la hora de atajar la crispación, alteración o autoestima, de modo que suele relajar, subir la moral y recibir una subida de positividad necesaria. Al mismo tiempo que si tienes la sensibilidad a flor de piel, podrás apreciar cual es el mal y quien lo genera o que energía es motivación de este tipo de alteración, que nos lleva a tener malas decisiones o nefastas.
Con las malas intenciones que muchos tienen y al mismo tiempo generan en otros situaciones que se repiten para descubrir o solucionar y debido a que la mentalidad que no es igual en todos, nos ponemos en situación de lo que es positivar todo momento, generar buen rollo para que todos nos entendamos y pasar a disfrutar de cada momento o descubrir quien o quienes se dedican precisamente a lo contrario, como calvario de nuestro suplicio.
Se acabo el sufrir hasta que yo quiera,
mientras te descubro en todas tus cartas,...
porque aunque me digas que loca yo fuera,
solo es desvarío que en si es ser muy cauta.
Busco y me refiero de tus propios actos,
siendo ese contrario que a ti te debate,...
por que en si la vida nunca fue un maltrato,
porque quien la vive descubre su arte.
Somos el espacio que en la vida sufre,
mismas consecuencias de tus pensamientos,...
y en esta receta no se pone azufre,
porque que medites es el condimento.
Digo lo que quiero y me da la gana,
este es el secreto de la libertad,...
y si no lo hago ya lo haré mañana,
porque el mismo viento nunca sopla igual.
Raquel Ordóñez Marqués.
