Pasando estas fechas, empieza un descuento del año nuevo,... Otro año más, despedazado en días , semanas, y meses, en los que dedicaremos muchos festivos de repetición para el conformismo de entretenimiento que ya asegura el despiece.
La vida sigue respirando de las costumbres que asiduas nos conforman, de la nostalgia y anhelo donde los sueños más comunes nos enriquecen y pasamos a disfrutar de eso que hoy siendo igual vida no apreciamos en consideración de obtenerla.
Debates, disputas son el asegurado de una trifulca de barrio, donde los mercados hacen oficio de consideraciones, y el caminante opina para considerarse parte del meollo.
No hay mucha evolución en esa igualdad que va igualando el paisaje, despiste y desconsideración de alcance, es lo que se mueve en el entresijo de las intenciones.
Las promesas de necesidad, no dejan de ser sino ese tira y afloja que en cuerda te asfixia o alivia en el mismo trascurso, un paso de firmes que viene en arenas, la playa el testigo,...
Hoy despierto con la esperanza que guarda mi alma y aclamo paciencia, paciencia a ese despertar que estaba dormido, soñando en el tiempo que pierde la vida.
Nos encontraremos en la locura, osadía que hubiera en el desafío y grita a los vientos, ese que enfurece a las fuerzas y el tiempo, quien les hace pausa en esta gran mentira.
Dan limosna al pobre, dicen las subidas de mismas pensiones, ya subió la luz, el agua , las hipotecas, no han subido nada que alcance esta deuda que enreda en los tiempos, solo es un despiste de alarde y postura. Ya tienen la foto, ya dejó constancia, siempre el mismo cuento,....
Dicen los eternos que siempre es igual, va con la perdiz mareada en vueltas, y gira en sus causas como quien enreda en el mismo despiste.
Ya vienen los Reyes,....
Raquel Ordóñez Marqués.