Y es que en los errores que suelen caer todos los "enfermos " mentales, están esas "vocecitas", que te guían en menosprecio de la misma inteligencia.
"Vocecitas", que te hacen pensar, que hasta el sarro de los dientes, se manifiesta en información que te sobreguarda o protege. Proteger que es ficticio de creencias, pero que se insinúa en constantes decadencias ausentes de obligaciones o pautas de higiene.
De ahí, el abandono de la mayoría de casos, que de aprendizajes, es constante un nuevo inicio de pautas a seguir, para el beneficio de ellos mismos.
Cadenas o sectas, basadas en contraindicaciones , que mantienen a la enfermedad, para el acuse de la misma.
Una denuncia de repulsa constante al mantener de la misma enfermedad, para el poder de constatarla.
Grave error de intenciones, que se manifiesta de igual modo en una permanencia y sostener, que menosprecia la misma vida en detalles.
Ramificaciones de ese cáncer letal, ante el afán de superación de aquellos que lo combaten.
Raquel Ordóñez Marqués.
