viernes, 12 de marzo de 2021

Cuando ellos pasan,...

 


Te olvidas de todo tratando con ellos, pues si fueran niños hasta entenderías su media conciencia, pero son adultos que quedan aislados en esa inocencia, donde nada es causa de algún meditar.  Donde no cuestionan tu comportamiento, donde es accesible todo lo que digas, y escuchan atentos todas las cuestiones esperando siempre que sean verdad.

Son como ese niño que aprende a diario pero en ese ritmo que ya marca pausas, pausas que te alertan de mismos posibles, y dejan espacio para un proseguir. Es mucho más lento de lo que imaginas, como adivinanza en sus entresijos, abierta a criterios de muchos aspectos, aciertos o fallos en sus diferencias.

Todo es cuestionable,...


Dicen que te quedas en paralizados,

que advierten la duda en el mismo hacer,...

de aquello que estaba bien equilibrado,

y en dudas sostienes con algún porqué.


Son dudas que existen entre aquellos otros,

que miran la vida en misma ignorancia,...

de pensar que ellos puedan hacer rotos,

sin saber motivos en propia labranza.


Mira el equilibrio que hay que sostener,

no mires motivos que otros tuvieran,...

porque es mismo pulso que hay que mantener,

en las causas justas dieran lo que dieran.


Es un horizonte con acuse en nieblas,

que ensombrecen todo  en su simple vista,...

y en el mismo acuse hay que sostenerlas,

porque en esta vida todo pasa lista.


Raquel Ordóñez Marqués.