A veces la vida es una cuesta de protestas que de inclinación viene siendo una tortura.
Me miraste en el mismo camino,
que cansado recorre distancias,...
que disfraza en llegadas destinos,
que evadía a la misma elegancia.
Me supone de reto rutina,
de un constante de malos augurios,...
lo que en mismo de aciertos no atina,
y es presagio en negar de saludos.
Me comparan sin más en el paso,
se confunden en mismo presagio,...
y me buscan el mismo fracaso,
que en vivir es de solo un naufragio.
No contemplo de miras las vistas,
que aliciente me pudieran dar,...
del relleno que llevan las listas,
que me hicieran igual fracasar.
Tu que anulas en si mi persona,
persiguiendo mis propios latidos,...
que de igual si me condiciona,
es de suplica el mismo respiro.
Lo que anulo en intentos que tengas,
que del dar un poder dañar,...
en el filo de igual se sostenga,
sin que puedas al ir respirar.
Del igual que se ofrece,...
Raquel Ordóñez Marqués.
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