Cuánto hay de mentiras en la misma vida, cuanto que nos cuentan en el día a día, que como un cigarro consume las horas, minutos y tiempo. Cómo es que suplican que guardes silencio, que no te promuevas en dicho a lo mismo, que no manipules las mentes habidas, que ya no gestiones estos pensamientos.
El miedo creciendo cumple mayoría, no son inocentes los mismos que creen, son incluso ancianos con mil experiencias, y vidas completas los que entre las dudas ponen los inciertos, hay confrontaciones del cómo y el cuando, como es que pudieras comportarte así y cuando es momento de hacerlo en precisos.
Dictadura habla de mismas sanciones, son las que estipulan cual es el acierto, que es considerado de actos y libres y que está prohibido.
Se cerró la puerta que había en el medio,
cerca de ese muro que otros tiraran,...
porque entre diretes solo es el remedio,
dimes que consuelan lo que me dirán.
Se quedó vacío el tiempo y lugar,
que habita en el libre que yo he conocido,...
y hasta quiero irme y no quiero estar,
porque en los prohibidos nunca me he movido.
Este es un dilema que confronta a todos,
mismo como plaga de un reconocer,...
que te dice como y te advierte de modos,
que te aparta en lepra que otros quieren ver.
Ya no queda nada que creer en libres,
ya no queda tiempo para hacer creer,...
y esto que vivimos es lo que describe,
que vivimos solos y así debe ser.
Raquel Ordóñez Marqués.