Las dentelladas me devoran, clavando en el cuello colmillos afilados que aprietan la presa para asegurarla, me impide la vida con el natural que debo afrontarla volviendo en atroces momento y segundos.
Recibo las quejas de quien desconforme viaja por la vida, de aquellos que dictan como ha de vivirse sin mas pretensión que el mismo capricho, deberes obligan me dicta conciencia y en ellos se espera lo mismo que en todos, aunque no lo entiendan. Quizás confundieron el darles el todo con ser buenos padres y en misma balanza es desequilibrio quien busca conflicto. De quien fue el error ?
Dicen que en enfermos todo lo que aflora es duda e intriga, hablo de la mente que en el juego obtuso juega con la vida, mira lo que hace quien en prioridades busca cualidades y en segundas pone lo que le complace ante la evidencia, lleva en los ejemplos las habilidades que no supo darte, esas que si ignoras te exigen al paso, las que marcan ritmos que en propios acordes deleitan en gustos, las que en singulares buscan un destaque para conocerte sin ir exigiendo tu propio capricho.
Y ahora que me muestro, dicto lo que viene siendo en los deberes el mismo derecho que ganas al paso, ese que en aliento deja respirar, el que te complace en los mismo factores que manda equilibrio, nada en esta vida se da por que si.
Buscas y me encuentras y te voy mirando,
siendo en el afán todo lo que hago,...
porque exiges mucho y nada vas dando,
y es un sorbo corto que sugiere amargos.
Vienes exigiendo todo lo que quieres,
pero a inciertos dejas todo lo que das,...
y en gustos destacas lo que bien prefieres,
pero corto queda suma en su restar.
Hago lo que puedo no me exijas tanto,
porque dando llevo esta corta vida,...
que nunca te mira en el mismo santo,
por mucho que grites digas lo que digas.
Raquel Ordóñez Marqués.
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