La cuerda que lleva puntas,
diferenciando dos partes,..
y aún yendo en camino juntas,
siendo una no hay iguales.
En mezcla del ancho y estrecho,
del embudo que te engulle,..
te muestra en suma del trecho,
que no hay cambio de costumbres.
Resultados de un cansancio,
que al frente expone sus quejas,..
de un desgobierno rancio,
en ideales de viejas.
Pegotones en relieve,
que dependen de postura,..
y siendo la misma liebre,
muestra otra dentadura.
Son reflejos de aparato,
que mantiene en equilibrio,..
el poder darse porrazos,
sin soltársele el colmillo.
Drácula de este siglo,
casi en coma en la sequía,..
que vaga en viejo sigilo,
desangre de su agonía.
Estaca que va destacando,
en las cruces que elimina,..
siendo madera de hallado,
del arma que le domina.
Sombra que tiñe los sueños,
con pesadillas y miedos,..
pretendiendo ser los dueños,
planificando misterios.
Los mismos monstruos constantes,
protagonistas del ego,..
de en sangre pedir donantes,
para debérsela luego.
Raic Ordóñez,.. 2011
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