En esa tierra que pisas,
bendita en sus cuatro puntos,..
con el mal que tú la incitas,
das paso a voces y gritos.
Gritos que en el reclamo,
exigen la libertad,..
y que en palabras el amo,
rechaza hasta la verdad.
Un reino que sin su corona,
mantiene en trono equivocado,..
a quien su pueblo abandona,
siendo eslabón de apresados.
Un pueblo en voces variadas,
de unión de fuerza en personas,..
que en libertad te reclaman,
que sueltes la falsa corona.
Y como en reto al final,
que estipulado se zanja,..
el tiempo que has de retrasar,
es pasado en juego en farsa.
Pasatiempo en laberinto,
de escenas que van en sombras,..
del cuadro que ya te pinto,
sin encierros en tú alcoba.
Una presencia mostrada,
de ese poder que presumes,..
con mayoría aprobada,
por el pueblo que consumes.
Una función que estipula,
el cese de más enredos,..
y un tiempo que se calcula,
en resta de algunos quiebros.
El tiempo que no te cedo,...
Raic Ordóñez,.. 2011
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